jueves, 16 de abril de 2009

Los Gastos de Defensa

Aunque nuestro complejo de inferioridad a veces nos impida ver más allá de nuestras propias narices, España ocupa un papel relativamente importante en la política internacional. Por nuestra riqueza económica, por nuestra posición estratégica, por nuestra tradición y cultura, por la importancia de nuestro idioma en el mundo y sobre todo por la actitud solidaria de los españoles, estamos comprometidos en la defensa de la libertad, de la legalidad internacional y de la justicia social.

No quiero ni puedo entrar en política, pero es manifiesto que los gobiernos de uno u otro signo de nuestro país así lo han venido entendiendo en los últimos años, y nuestra colaboración y participación internacional viene siendo proactiva y creciente año a año. Unos han buscado alianzas con los americanos, otros buscan alianzas de civilizaciones, pero en definitiva, siempre se ha buscado cierto protagonismo internacional. En política internacional, es también imprescindible un pacto entre Gobierno y Oposición.

En el ámbito de Defensa, estamos inmersos en la actualidad en diferentes Teatros de Operaciones aportando nuestras capacidades, nuestro saber hacer y por supuesto nuestro carácter.

En realidad, a mí me da igual que las misiones en que participo sean denominadas Operaciones de Mantenimiento de la Paz, participación en fuerzas combinadas internacionales de la OTAN, la Unión Europea o Naciones Unidas, coaliciones internacionales, acciones de reconstrucción o cualquier otro eufemismo que queramos emplear. Lo que tienen en común todas ellas es que son misiones en defensa de los intereses de España en el exterior en los que existe un uso más o menos limitado y restrictivo de la Fuerza. Si no fuese así, la labor debería ser efectuada por mis compañeros del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Los gastos militares de Defensa se ocasionan por el interés de la sociedad, sin que existan, en principio, contrapartidas tangibles para la población que los financia. ¿Cuánto cuesta la paz? En la actualidad, con la crisis económica galopante que nos sacude, es difícil explicar a la población los gastos militares. Sin embargo, la realidad es que enviar soldados al exterior es caro. Origina gastos extrapresupuestarios cuya ampliación debe ser aprobada por el Gobierno.

La población española lo demanda, el Gobierno lo aprueba, nosotros solicitamos los medios necesarios; somos austeros, no derrochamos pero el material aéreo y el de protección, los gastos de vida y funcionamiento, los combustibles de aviación, el transporte, los repuestos de material, el material sanitario, el armamento y nuestros salarios van acumulándose a la factura total.
Los profesionales no hemos pedido venir a las misiones. Pero si nuestro país nos envía, intentamos cumplir nuestro trabajo con los medios que nos son proporcionados.

Mi Destacamento es pequeño, los medios materiales son modestos (a veces muy viejos) pero me siento orgulloso del equipo humano, de todos y cada uno sus componentes. La abnegación en el trabajo, el sacrificio personal y anteponer el cumplimiento de la misión a los intereses personales de cada uno es la norma de actuación que observo en el día a día.



La “Operación Atalanta” de la Unión Europea donde trabajamos es conocida en la Base Aérea como “Operación ATALASTANTAS” por motivos obvios.
Sinceramente, no se puede hacer más con menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario