sábado, 30 de mayo de 2009

El “Teneo”

Podemos encontrar españoles trabajando por el mundo en grandes empresas y realizando importantes proyectos en cualquier rincón del planeta, incluso en D´jibouti.

Ayer tuve la oportunidad de recibir las gracias por el cumplimiento de nuestra misión con ocasión de la visita que recibimos de parte del equipo a bordo del “Teneo”.

El “Teneo” es un buque cablero construido en el año noventa y tres en Vigo. Su trabajo consiste en el tendido, soterramiento y asentamiento de cables por el lecho oceánico. El barco externamente tiene una forma muy característica en su proa y su popa debido a unos grandes rodillos, “roldanas” y una rampa que utiliza para el tendido y recuperación de los cables. Su pequeño tamaño le proporciona autonomía y capacidad para realizar tendidos de dos mil kilómetros, de cable de catorce milímetros de diámetro.

En la actualidad el barco está ejecutando un importante contrato de instalación de cable submarino en las costas del cuerno de África. La baja velocidad de crucero a la que navega mientras efectúa las labores de instalación de cable submarino le convierte en un buque altamente susceptible de sufrir un ataque pirata, de hecho, la empresa considera que el riesgo de sufrir ataques piratas en la zona es muy elevado en su caso ya que requieren una navegación mucho más lenta que la de otro barco cualquiera.

La filial española de la empresa "Tyco", pidió a las autoridades militares, (al igual que hicieron los pescadores, aunque con menor repercusión mediática), que presten protección y cobertura a su buque. Nuestra misión también consiste en proteger a los buques especialmente vulnerables… ¡y con mayor razón si éstos son españoles!

Además, “por si las moscas”, el buque "Teneo" navega con agentes de seguridad privada abordo después de obtener la autorización previa preceptiva del ministerio de Interior. Me contaba uno de los mencionados agentes, que cuentan con armas cortas y cañones de agua a presión para repeler cualquier agresión. Además han montado cable de espino para dificultar cualquier posible abordaje (la legislación española impide el uso de cualquier otro tipo de armamento a bordo.

A pesar de contar con dichas medidas, el personal del "Teneo" se encuentra más tranquilo sabiendo que nuestro P-3 está vigilando y les advierte de la proximidad de cualquier embarcación sospechosa y es capaz de alertar y activar a cualquier fragata que se encuentre en las proximidades.



Por los resultados obtenidos hasta la fecha, nos han dado las gracias. No las merecen, ¡nos llena de orgullo cumplir con nuestra misión!

viernes, 29 de mayo de 2009

Atta Hassan Mohamed

Se trata de un joven de veintinueve años. Yibutí de nacimiento, de familia muy humilde, muy espabilado.

Es un chaval bajito, dicharachero, su inglés es mediocre, lo suficiente para hacerse entender. Es despierto, tiene una frente prominente que termina con grandes entradas, tez oscura-clara y aspecto más etíope que Yibutí.

La primera vez que le vi, me dio sensación de ser un poco desastre, siempre lleva camisas de rayas de manga larga, de talla grande, puños arremangados, no usa nunca corbata.

Cuando tenía catorce años, debido a sus excelentes calificaciones escolares recibió una beca del gobierno de D´jibouti para ir a estudiar a Argelia. Ayudado económicamente por el gobierno argelino durante seis años, completó allí su formación superior, se casó con una chica árabe argelina y regresó a D´Jibouti. Su mujer se quedó a vivir en Argel mientras que Atta finalizaba sus estudios universitarios en su ciudad natal, esta vez becado por las autoridades francesas.

Aquí conoció a su novia, diez años menor que él, de madre Yibutí y padre francés… que en la actualidad está estudiando en la Sorbona.

Una vez finalizada su formación, Atta firmó un contrato indefinido en el Hotel Kempinski para trabajar como “Credit Supervisor” en el departamento de finanzas. Trabaja de ocho de la mañana a ocho de la tarde. El sistema informático que utiliza es muy farragoso. Atta pelea con grandes números, pero a veces parece que el objetivo del hotel no es ganar dinero, sino más bien blanquearlo.

Sus expectativas profesionales pasan por promocionarse y llegar a ser el Jefe de finanzas de dicho hotel. Lo conseguirá, algún día.

En el plano personal, Atta se encuentra con su actual mujer esporádicamente, aquí o en Argelia, pero su ilusión es casarse con su novia medio francesa. Su futura suegra se la prometió, y éste espera impaciente el inminente momento de su regreso para convertirla en su segunda mujer. Además su suegra le va a regalar una casa donde puedan convivir los recién casados y fundar una familia. Atta dice que para él será una tremenda responsabilidad y le va a costar mucho dinero tener que cuidar de su mujer el resto de su vida.

- “¿ Y como te las arreglarás cuando venga a verte tu primera mujer, la argelina?” , le pregunto con curiosidad.



- “Tendré que trabajar el doble, para que ambas se sientan satisfechas y orgullosas de su marido” me contesta con naturalidad.

¡ Anda que... como se entere Bibiana!

jueves, 28 de mayo de 2009

Religión

La Constitución de D´jibouti declara el Islam como religión de Estado, sin embargo admite la libertad religiosa y el Gobierno, generalmente, es admisivo con dicha práctica. Así pues, el Gobierno no sanciona “oficialmente” a quienes ignoran las enseñanzas islámicas o practican otros cultos.



A pesar de la libertad religiosa, más del noventa y tres por ciento de la población es musulmana sunní. Los cristianos (franceses censados incluidos) no llegan al cinco por ciento, el resto agnósticos, hindúes y etíopes ortodoxos y protestantes. Aunque no existe norma legal contra el proselitismo de otras religiones, la práctica y las normas culturales locales hacen difícil su difusión pública, pero hay que reconocer que aquí hay iglesia y cementerio católico, ¡que no es poco!

En cambio, en la vecina, caótica, ingobernable y convulsa Somalia, su gobierno (autoproclamado oficialmente como tal a principios de este año en D´jibouti) aprobó hace poco más de un mes la Sharia como único remedio para restablecer el orden en el país Allí, las lapidaciones son algo habitual. La Sharia consiste, para los musulmanes, en aplicar la ley de Dios tal como fue revelada por Mahoma. Esta Ley Islámica constituye un código detallado de conducta e incluye los criterios de la moral y de la vida, las cosas permitidas o prohibidas, las leyes separadoras entre el bien y el mal.

Afortunadamente, D´Jibouti no profesa la Sharia formalmente, sin embargo, la costumbre hace que esté adoptada por la mayoría de la población yibutí… en un mayor o menor grado, como una cuestión de conciencia personal. Esta ley Sharia es completamente discriminatoria contra las mujeres. La aplican los hombres y es la manera de que ellos ven “su forma de crecer su cultura y el bienestar de cada ciudadano".

Entre las chavolas de las poblaciones más humildes y pequeñas de los suburbios de D´jibouti, no falta nunca una impoluta mezquita. Si la barriada es más populosa, las mezquitas aparecen por todas partes. Tampoco es extraño encontrar grupos rezando sus oraciones mirando a la Meca entre cuatro piedras, encima de algún cartón, a tres o cuatro metros del arcén de cualquier carretera.

Al atardecer, los cánticos religiosos resuenan en toda la ciudad… mis compañeros, repiten en voz alta con cierta “coña”: “Aleeeeeeti, Aleeeeeeti”. Realmente tengo la sensación de encontrarme en las afueras del Calderón, a la orilla del Manzanares, escuchando de fondo los cánticos de la afición colchonera.

miércoles, 27 de mayo de 2009

¡Calor!



Nuestro cuerpo no está preparado para soportar de manera continuada unas temperaturas tan elevadas. No es natural.

El máximo problema del clima de D´jibouti no son los más de cuarenta grados que soportamos a diario, sino que la temperatura no desciende por la noche, apenas unos grados, no baja de treinta y cuatro. Por la mañana, a primera hora, cuando cogemos los vehículos para dirigirnos a la Base, la “bofetada” de calor es impresionante, la atmósfera es irrespirable, el uniforme, aunque preparado para climas extremos, transmite un calor inusual especialmente en la parte de los hombros, como si tuviésemos una estufa a escasos centímetros de nuestra piel. La claridad de la luz del día obliga a llevar gafas de sol con cristales de protección contra los rayos UVA, nuestro cuerpo reacciona instantáneamente… a partir de ahí: ¡todo el día sudando!


Cuando la suma de temperatura y humedad relativa supera los cien, la sensación térmica es insoportable… aquí no bajamos de ciento veinte. Pensemos en Madrid, Sevilla o Zaragoza en plena canícula estival, pero con mucha más humedad y sin que esa temperatura descienda por la noche. Aquí hay sólo dos estaciones: invierno e infierno.

La más mínima actividad física en el exterior es extenuante. La población local se mueve muy lentamente, su cuerpo se ha adaptado relativamente, sudan menos. Es un mecanismo natural de defensa para poder sobrevivir. El velo de las mujeres es una reminiscencia de algo que fue y sigue siendo útil. Es necesario protegerse la cabeza del sol y la cara de las tormentas de arena. En la actualidad su uso es un símbolo de sumisión de un género hacia el otro. Sin embargo, son muchos los hombres que, especialmente en las horas centrales del día, siguen llevando algún tipo de protección sobre sus cabezas (normalmente pañuelos, camisetas, trapos, cualquier cosa).

El sol abrasador está siempre en su cenit. La gente se protege debajo de cada sombra, en pequeñas chozas artesanas, bajo la sombra de un cartel, pegados a cualquier muro. Los hombres echan a las mujeres, y los más fuertes a los más débiles. La mayoría de la población duerme horas y horas durante todo el día y baja su nivel de actividad a los mínimos imprescindibles… sólo respirar. En esas circunstancias, el khat ayuda a evadirse de la realidad insufrible.

Nosotros somos privilegiados ya que nuestras oficinas cuentan con aire acondicionado. Mejor dicho: éramos privilegiados. La electricidad en D´Jibouti se genera quemando combustible en una única central térmica. La electricidad es un bien escaso y caro, y últimamente, la escasez nos afecta directamente. Todos los días sufrimos cortes de luz de varias horas. A los cinco minutos sin aire, las gotas de sudor empiezan a chorrear por nuestro rostro, empapamos la camiseta que no se secará hasta que no vuelva de la lavandería, todos los poros de nuestro cuerpo destilan humedad, bebemos litros y litros de agua (seguimos siendo afortunados, no todo el mundo tiene acceso al otro bien escaso de D´jibouti)



Escribo estas líneas mientras hacemos tiempo para que vuelva la luz, el teléfono, la señal del satélite y recibir desde España importantes órdenes que debemos cumplir, probablemente mañana. Me falta el aire, las gotas de sudor resbalan por mi frente y nariz y caen sobre el teclado del ordenador, nuestra oficina es una sauna, se mastica la atmósfera, no puedo más, salgo a la calle, bajo la lona traslúcida que cubre el pasillo entre nuestros containers... ¡donde se puede disfrutar de una suave brisa a más de cuarenta grados!

martes, 26 de mayo de 2009

Un problema menos...

Como si fuese una muela picada que en primer lugar presentaba muy mal aspecto y su evolución era incierta, luego ha estado ocasionándonos molestias, con la que hemos tenido que convivir por unas semanas, a la que hemos administrado medicinas y con la que había que andar con cuidado para que no ocasionase otros problemas… así se puede resumir la estancia de nuestro pirata en este país.

Como siempre suele suceder, al final todo se ha solucionado en el último minuto. La secuencia de hechos más relevantes de las últimas horas ha sido la siguiente:

El paciente se recupera satisfactoriamente de su herida y las autoridades francesas muestran su interés para que sea sacado del país. Se comunica oficialmente al interesado, intérprete somalí de por medio, que la justicia española no ha presentado cargos contra él y queda en libertad pendiente del alta médica. La “Operación Atalanta” gestiona, en base al acuerdo que la Unión Europea tiene firmado con Kenia, el traslado del ciudadano somalí a dicho país. Se solicitan los permisos de sobrevuelo necesarios para preparar su traslado a Kenia en el P-3. El avión sufre pequeños contratiempos mecánicos que ponen en riesgo el traslado. Las autoridades keniatas presentan algunos inconvenientes al sobrevuelo. El Ministerio de Asuntos exteriores trabaja desde la embajada en Nairobi. Se coordina con el enlace de “Atalanta” en Mombasa la entrega en las mismas condiciones que sus compañeros. Los de mantenimiento consiguen solventar, una vez más, los problemas del avión. Numerosos cortes de luz locales dificultan las comunicaciones en nuestro Centro de Apoyo, los teléfonos y los correos electrónicos no responden. Estamos pendientes del OK del más alto nivel político militar desde Madrid. Se prepara el equipo de acompañantes en el vuelo. El Jefe de la Operación Atalanta dicta las órdenes oportunas para el traslado. Se recibe la autorización de Madrid. El cónsul de Nairobi comunica la autorización de sobrevuelo. Se obtiene el alta médica y la escolta del ciudadano somalí hasta el aeropuerto.
Afortunadamente, el sujeto, prácticamente recuperado, no presenta ninguna resistencia. Embarque y despegue. Cinco minutos después, el embajador llama anunciando que no existe sobrevuelo keniata. Se le informa de que se gestionó en el último minuto por parte del Cónsul (quien se encuentra camino de Nairobi a Mombasa). Falsa alarma, todo está en regla. El avión toma sin novedad en Mombasa y el sujeto es entregado, con el intercambio de documentación preceptiva.

¡Buff! Finalmente hemos sacado la muela. Ya no duele, ahora podemos volver a centrarnos en cumplir nuestro objetivo, que no es capturar piratas, sino impedir que éstos cometan sus fechorías en aguas del Golfo de Adén y del mar Índico.



(El de la foto es uno de sus trece compañeros en el momento de ser apresado por nuestros compañeros del Marqués)

lunes, 25 de mayo de 2009

FGM

Se trata de un acrónimo con un significado vejatorio, ancestral discriminatorio y horrible desde cualquier punto de vista occidental, pero también desde cualquier punto de vista humano. Significa por sus iniciales en inglés “Mutilación Genital Femenina” y es una práctica arraigada aún en la sociedad yibutí.

Las niñas, especialmente aquellas que son criadas en las zonas rurales, son sometidas a la ablación. La mutilación de las niñas consiste en retirarles el clítoris, aunque, según me comentó Jaime, en D´jibouti y en Somalia, también se les cortan los labios de la vulva. Las operaciones se realizan sin las mínimas condiciones higiénicas, con cuchillas u otros instrumentos cortantes sin esterilizar, sin ningún tipo de anestesia o sólo con pastillas para paliar el dolor.


Más del 95% de las mujeres originarias de países como Somalia, Egipto y D´jibouti han sufrido esta mutilación en alguna de sus diferentes formas”. A veces incluso sucede que aquellas que han emigrado a países occidentales, son sometidas a la operación cuando regresan durante las vacaciones a este país. La legislación francesa recoge que el riesgo de ser sometida a una ablación es reconocido como motivo de asilo. En marzo, un tribunal francés subrayó que en caso de mutilación genital deben ser reconocidos como refugiados la niña y los padres.

Dicha práctica está muy extendida en numerosos países africanos y asiáticos. En este, continúa siendo un serio problema aunque existe alguna Organización No Gubernamental que clama para abolir semejante bárbara tradición. Incluso la “Primera Dama” ha efectuado gestos que conduzcan a la población a desterrar una costumbre que no tiene que ver con la religión, sino con una costumbre ancestral que mutila a la mujer por el mero hecho de su condición. En la mayoría de los casos, esta práctica se basa en tradiciones profundas o creencias culturales: se cree que de esta forma las mujeres se mantendrán vírgenes hasta su matrimonio, y se evitaran comportamientos inmorales. La razón real es el control de la sexualidad de la población femenina.

Otro grupo de “afortunadas” que es posible observar por el contraste que representan son aquellas jóvenes yibutíes que han contraído matrimonio con franceses “de cierta edad” que han decidido gastar su jubilación viviendo como ricos en estas tierras. Algunas de ellas, por su nueva condición de ciudadanas francesas, han viajado a Europa para hacerse reconstruir su fisonomía, en una operación que costea la Seguridad Social francesa, y han tenido la recompensa de sentir por primera vez en la relación sexual con sus experimentados maridos algo que no habían sentido antes.




¡Ninguna tradición o costumbre cultural puede justificar una operación que lastime el derecho fundamental de las mujeres, sean éstas de donde sean!

domingo, 24 de mayo de 2009

La importancia geopolítica del Puerto

D´Jibouti capital es el puerto franco de África nororiental. De hecho es el único acceso por mar al continente africano en una distancia de miles de kilómetros.

Al Norte, en todo el Mar Rojo, ni Eritrea, ni Sudán, ni Egipto tienen ningún puerto importante desde el punto de vista comercial hasta pasar el Canal de Suez donde encontramos Alejandría, ya en el Mediterráneo. Al Sur, al ocupar Somalia, todo el “cuerno de África”, y dada la situación geopolítica de dicho país, descartamos Mogadiscio y hay que llegar por tanto hasta Mombasa en Kenia para encontrar un lugar con ciertas garantías.

¿Cómo accede al mar un país con un flujo comercial tan importantes como Etiopía? La respuesta es sencilla: a través de D´jibouti. ¿Y cómo ha aguantado independiente un país tan pequeño y con tan pocos recursos como éste? Igualmente sencillo: porque los franceses (quienes consideran este punto de gran importancia estratégica) han impedido cualquier intento de anexión por sus belicosos vecinos.


Así pues nos encontramos con una ciudad, y yo diría un país entero que gira entorno al puerto. Única salida natural al mar del comercio etíope, el puerto de D´jibouti es además el único polo económico importante del país.

Toda la actividad de la ciudad gira en torno al puerto. Allí veremos grandes naves mercantes, llegadas de todos los confines, amarradas entre dhows con sus equipajes con pinta de piratas que surcan las aguas costeras entre D´Jibouti, Tadjoura, Obock, Hodeida y Adén. Últimamente, con el lío de los piratas, proliferan gran número de fragatas y otros barcos de guerra de cualquier parte del mundo. Los hay griegos, italianos, franceses, americanos, suecos… ahora japoneses y como no: españoles.

Además, desde el puerto operan algunas pequeñas compañías marítimas, entre ellas Ethiopian Shipping Lines, que conecta con pequeños puertos del Mar Rojo. Y por último hay algunas compañías particulares como Dolphin, que organiza excursiones en skiffs (lanchas motoras) o en dhows para bordear las costas, así como visitar el Mar Rojo y el Golfo de Adén.

Puedo garantizar que un viaje en skiff por el Golfo de Aden resulta de lo más gratificante... ¡esperemos no ser confundidos por piratas por el P-3!

sábado, 23 de mayo de 2009

Transporte público

No podemos partir de la base de lo que conocemos en Europa. Aquí hay autobuses, taxis y trenes, pero tienen algunas particularidades respecto a lo que estamos acostumbrados…

Los taxis son muy… ¿curiosos?. Son verdes, coches tipo “napolitano”, llenos de golpes por todas partes, los puedes encontrar con el volante a la derecha o a la izquierda. No sé de donde los importarán, pero es seguro que en su lugar de origen debieron haber sido dados de baja como chatarra hace muchos años. Muchos de ellos están tuneados, suelen llevar además guirnaldas navideñas a modo de decoración. Si llevan asientos (los hay que no) las tapicerías completamente ajadas son el hogar de cientos de parásitos. Por supuesto, ¡no esperemos encontrar uno con aire acondicionado!

Las mujeres son obligadas a montar en taxi por la noche como parte adicional de extorsión al “campeón” que haya permanecido en su compañía en el antro donde haya tenido el placer de conocerla. Incluso para trayectos de cincuenta metros. Su precio estándar son mil pichiqlines (cuatro o cinco euros), el taxista, que suele ejercer como tal a modo de pluriempleo de policía local o similar va "a su bola”. A su bola debe entenderse literalmente, y es que la mayoría presentan el flemón habitual ocasionado por la bola de khat, la mirada perdida y los dientes verdes (a juego con el exterior del taxi). Montar en uno de ellos es toda una experiencia.

Los autobuses… ¡buff! los autobuses. En realidad son microbuses, viejísimos, destartalados, poco más que furgonetas pintadas de un montón de colorines con grandes letras que indican la compañía a la que pertenecen (todas están en la órbita de algún pariente más o menos cercano al presidente, sacando la tajada habitual).


Su conducción es imprevisible. Los intermitentes cuando los tienen, no los usan, y si los usan normalmente maniobran en sentido diferente a lo que indican. Suelen parar en cualquier parte, aunque casi todos van a la plaza del mercado en el Centro de la ciudad. En su interior, las personas van hacinados, niños, mujeres cubiertas completamente con velo y hombres asomados por la ventanilla. Normalmente no tienen puerta con lo que alguno de los pasajeros va con medio cuerpo fuera, refrescándose con el aire que viene a más de cuarenta grados.



Otros transportes colectivos son camiones con veinte o treinta hombres cargados en el remolque (suelen ir a buscar trabajo al puerto) y por último tenemos el tren.

¿el tren? Djibouti tiene tren, eso dicen, aunque no lo hemos visto jamás. Lo que tiene seguro es estación. Djibouti capital es la última parada de la línea que llega hasta Adís Abeba (Etiopía) a cuatrocientos cincuenta kilómetros, pasando por Ali-Sabieh, Dire Dawa y Nazareth en un viaje que se prolonga durante tres días. El tráfico ferroviario se destina principalmente al transporte de mercancías; me han informado que cada convoy cuenta tan sólo con un vagón de pasajeros. Sabemos que llega porque semanalmente la plaza de la estación se va llenando de bultos, sacos, bolsas y gente que pasa varios días custodiando la mercancía. Debe llegar de noche, y cuando pasamos algún día por la mañana, normalmente jueves o viernes, todo, o casi todo ha desaparecido.

¡Y en España nos quejamos de la RENFE!

viernes, 22 de mayo de 2009

¡Quién me mandará a mí…!

Transcurridos ya más de dos meses de misión, he disfrutado mucho sí, pero si hablamos de tiempo libre, lo único que he disfrutado han sido exactamente dos días (excursiones a Tadjura y Lago D´assal) y tres o cuatro tardes. El resto del tiempo… “vestido de piedra”.

Cuatro o cinco “piraos”, nos hemos hecho el firme propósito de reservar el tiempo necesario (seis ratillos de un par de horas), para aprovechar el incomparable marco natural submarino de estas latitudes y hacer el curso de buceo. Para ello, nuestros colegas de Dolphin, nos han prometido toda la flexibilidad de la que sean capaces, y después de solventado el problemilla de que se habían quedado sin monitor con titulación suficiente (Alex se ha tenido que volver urgentemente a Francia y han “pescado” otro colega que al parecer se encontraba ¿viajando? por Somalia), esta tarde hemos empezado el curso.



Claro, lo del “cursito” de buceo, suena fantástico ¿verdad?, ¡vamos, a mí la experiencia del bautismo en Tadjura me enganchó completamente, pero como todo en la vida, lo del buceo también tiene su lado oscura: lo primero que hay que hacer es estudiarse el manual de buceo de aguas abiertas, aprender y/o repasar un montón de conceptos esenciales y aprobar el examen teórico que precisamente haremos esta tarde. Y claro, como siempre, las cosas se van dejando, dejando… así que ayer me encontraba a las dos de la mañana peleándome con botellas, reguladores, descompresiones, tablas de inmersiones sucesivas, tiempos mínimos, bares, atmósferas y qué sé yo cuántas otras historias… y claro, cuando se me cerraban los ojos me decía:

¡… quién me mandará a mí…!

La verdad es que la respuesta a mi interrogación retórica la encontré casi al final del libro cuando leí en el manual que el objetivo de la paliza a leer que me estaba pegando no es llegar a alcanzar el nivel PADI Open Water (cosa que de paso, espero lograr), sino que la razón última es proporcionar los medios para conseguir:

- Conocer gente.
- Ir a sitios.
- Hacer cosas bajo el agua.

.

La verdad, se nota que el método es americano, y que ellos necesitan excusas para salir de sus "cuevas". A mí excusas me hacen falta pocas, y lo del curso me apetece de verdad… ¡aunque ayer durmiese un ratillo menos!

miércoles, 20 de mayo de 2009

Relevo de tripulación

Los componentes de la tripulación que han coincidido en este relevo son un grupo de profesionales como la copa de un pino. Aunque son de naturaleza muy variada por sus empleos, por sus cometidos, por su ejército de procedencia y por su edad, han cumplido a la perfección su cometido. Si tenían que levantarse a las cuatro de la mañana… ninguna queja, si había que prolongar la misión más de ocho horas, ninguna protesta, si después de una actividad rozando el límite de las quince horas había que extenderse en el debriefing de misión, ni una mala cara. … nada.

Profesionalmente, han posicionado skiff piratas y barcos nodriza, han proporcionado inteligencia de imágenes sobre los barcos secuestrados y los asentamientos cercanos, han desplegado en Kenia donde han contactado con los pesqueros españoles y efectuado las misiones asignadas.

Desde el punto de vista personal, no puedo destacar a ninguno, pero no puedo dejar la ocasión sin referirme brevemente a cada uno de ellos…

Los mecánicos de vuelo son Oscar y Ramírez. El primero atento, educado y profesional, el segundo un atleta. Además del tenis, corre, nada y hace lo que sea. Acaba de pedir destino en una Unidad donde dejará de volar. Le deseo mucha suerte, y ojalá encuentre compañeros similares a los que ha tenido aquí.

Óscar, el comandante de la aeronave es serio y profesional, deportista de gimnasio, lo primero para él es el avión, el cumplimiento de toda la reglamentación, ah! y el skype.

David es el segundo piloto, estudioso de todo aquello que tenga relación con su querido P-3 y trabajador en la sombra, no destaca, pero no descansa, no hace ruido, cuando levanta la vista de los libros del avión hace de sparring de tenis para Ramírez.

Mari Carmen es nuestra “Gueina”. Recién salida de la Academia el curso pasado, completa su formación en esta misión. Ha decidido casarse el próximo septiembre con otro piloto. Dios les cría y ellos se juntan. Aunque sus tomas tienen cierta fama de ser un poco “durillas”, puedo garantizar, por experiencia personal, que tampoco es para tanto…

Agudo es el fotógrafo. No tiene el más mínimo problema en pasar el tiempo necesario después de un vuelo de ocho horas en preparar los productos de su misión para poder remitirlos a Madrid ASAP.

Arturo es un profesional en vías de extinción. Es un auténtico “chamán” … con su pantalla verde de radar lee los ecos como si fuese un brujo adivinando el futuro en su bola de cristal. Alguna que otra tormenta ha sido un poco más llevadera gracias a su buen hacer como si tuviera la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva, de modo que no responde a una lógica causal. “Mire, mire esto es un skiff” me insistía durante un vuelo… mientras yo veía lo mismo que cuando el pediatra me decía viendo una ecografía hace más de veinte años: “esto es un fémur”.

Los tacos, para ser de la Armada… parecían de Aire. Alejandro dejó pasmado a algún pesquero dirigiéndose a ellos en euskera con su gracejo vasco. Serio, profesional, trabajador y muy buena gente.

Antonio, un crack, auténtico líder, estaba en todo. Capaz de preocuparse por los extremos más inverosímiles de la Operación, desde los aspectos operativos más técnicos hasta la reserva de habitaciones en cualquier rincón del planeta. Ha sabido crear un excelente ambiente de trabajo en equipo. Si no fuera por su propensión a poner en el coche un CD de “Raphael” a las cinco y media de la mañana… ¡felicidad plena!

El último es Paco, el armero. Bajo el aspecto de “play boy” de la jet set andaluza, y con el gracejo gaditano en sus maneras, forma de hablar y ocurrencias de todo tipo, se esconde un gran corazón, con miles de horas de vuelo, alma marinera, un artista con los lápices y sobre todo una claridad meridiana en las prioridades personales en su vida… y es que la vida, a veces, nos hacen pasar por experiencias dolorosas que hay que saber llevar… como Paco lo hace. Su guerra particular con los “buzos”, digamos que ha acabado en tablas.


Les he cogido cariño, y creo que les echaré de menos. Son diez, todos “de diez”.

martes, 19 de mayo de 2009

Agradecimiento

Adjunto la carta de agradecimiento recibida del Hospital de Balalah para conocimiento de todos los que han contribuído con la ayuda que habéis conseguido enviarnos:

A la atención del Tte. coronel José Nieto Guerrero,
Jefe del Destacamento Orión

Djibuti, 16 Mayo 2009

Estimado José:
La llegada a Djibuti de vuestro destacamento, así como la del
"pionero" Úrsulo, nos ha llenado de alegría, y sobre todo en el
Hospital de Balbala y a los niños allí internados en la sala de
Pediatría y a sus madres.

Benjamín, Víctor, Manuel, Gabi, Nacho, Hernández (y no sé si me dejo alguno más), vuestro entusiasmo por ayudarnos ha llegado a vuestras familias y lugares de origen y el impacto lo sentimos nosotros. Nos habéis dicho que vuestros aviónes están colapsados con material de ayuda:¡nunca habíamos te nido una respuesta tan entusiasta!

Nos ha gustado conoceros y saber que tenemos “lo mejor” en el escuadrón español de Djibuti.

Con nuestro profundo agradecimiento recibid un gran abrazo,

Dr Madian,
Director del Hospital de Balbala

Miriam Martinelli,
Encargadad el Programa de Nutrición

Teresa Equisuany y María José,
Voluntarias del Programa de Estimulación Infantil de Balbala


No hay mejor recompensa que la gratitud de los necesitados. Gracias a todos.

lunes, 18 de mayo de 2009

Solidaridad

¡Es impresionante la respuesta de nuestra gente en España!

Después de dos meses por estas tierras, quien más quien menos de este Destacamento ha descrito de una u otra forma a sus familiares y seres queridos en España la pobreza de la población de D´jibouti, el estado de sus viviendas, la necesidad de alimentos, de ropas, de medicinas, de agua…

Nuestra misión es apoyada mediante un vuelo de sostenimiento periódico en el que se transporta el personal de relevo así como el material de mantenimiento necesario para que el avión siga operativo. Motores, generadores, herramientas y utillaje nos son enviados desde España y hacen que el avión pueda mantenerse en vuelo. Además del material, el “Hércules” transporta al personal de relevo correspondiente. En este caso relevamos la tripulación, que no puede permanecer en zona por un tiempo superior a dos meses por tema de la medicación contra la malaria, ya que ellos volverán en un plazo aproximado de seis meses y de no interrumpir la ingesta, su hígado no sería capaz de disipar una dosis tan elevada. Asimismo, vienen marineros de relevo para los distintos buques españoles que tenemos en la zona.


Además de la anterior carga de material y personal, el hueco disponible en el avión se ha llenado de cajas… ¿qué traen esas cajas? Las cajas son la respuesta a nuestros comentarios sobre la precaria situación en la que se encuentra la población local. Medicamentos, material de cura, pañales, ropa de bebé, material escolar, comida no perecedera, juguetes… en definitiva, ¡amor y solidaridad!

Siempre me he preguntado ¿qué pasa con la ayuda que “determinadas organizaciones” envían al tercer mundo?, ¿llegará finalmente a su destino?, ¿a los más necesitados?

Puedo garantizar que en este caso, todo, absolutamente todo se entrega al hospital de Balbala, al dispensario de comida, a CARITAS, al orfanato, a la ONG de Castellón que hay en el camino del Lago d´Assal… ¡entrega directa! ¡sin más intermediarios!... nosotros nos limitamos a entregarla, no buscamos “la foto”.

Me consta que gente humilde en España ha contribuido con lo que ha podido, han acudido a farmacias para comprar medicinas básicas, han donado sus recuerdos, incluso algo más que lo prescindible. Quiero dar las gracias a todos: colegios como el “Santísima Trinidad de Villalba”, asociaciones deportivas, familias, particulares… en nombre de personas con muchas necesidades, me gustaría agradecer a todos vuestra generosidad y vuestro buen corazón.


Tal vez se trata de una gota en un océano, pero gota a gota, paso a paso es como se inician las grandes travesías.

domingo, 17 de mayo de 2009

A vueltas con los piratas


En términos coloquiales: “vaya marrón nos ha caído con el pirata herido”.

Defensa comunicó convenientemente al juez de la Audiencia Nacional la detención de catorce piratas, e intentó "entregarlos al juez". La fiscal del tribunal pidió al juez de guardia, Fernando Andreu, que se declarara competente y los encarcelara para llevarlos a España. Sin embargo, parece que la Audiencia no cayó en el acuerdo entre la UE y Kenia que permite entregar piratas a ese país. Ese acuerdo obliga al país africano a aceptarlos, pero no al Estado que detenga al pirata, que puede recurrir a él "si no quiere ejercer su jurisdicción". España, sí quiso ejercer la suya.


Para desbloquear la situación, Andreu redactó la puesta en libertad de los retenidos, añadiendo en su diligencia que "no impedía" al Marqués "desembarcar" a los trece piratas que estaban a bordo del buque español donde por razones “operativas” estimen convenientes. ¡Vale! Les llevamos a Kenia, pero ¿qué hacemos con el que tenemos herido?

El pirata se recupera satisfactoriamente en el hospital francés de la herida que presentaba al ser capturado por el “Marqués”. Nuestros chicos hacen turnos cada cuatro horas con funciones de enlace en la puerta de su habitación.

¿Y si se quiere ir? … ¿será agresivo? … afortunadamente, salvo algún momento aislado en el que se ha puesto un poco nervioso, el pirata parece afable. Ya ha contado que tiene dos mujeres y varios hijos, que es de origen yemení y que quiere volver a Mogadiscio.

Sus trece compañeros fueron “desembarcados” el viernes a Kenia donde serán juzgados según acuerdo firmado con la Unión Europea.

El “nuestro”, una vez recuperado, y con el auto del juez Andreu decretando su libertad en el bolsillo, sólo está esperando el alta médica (los franceses están atendiéndole a cuerpo de Rey, pero están deseando quitárselo de encima), y en principio debería ser devuelto a su país (Somalia). Además, ha entrado en D´jibouti sin visado, (lo trajo el helicóptero del Marqués directamente al hospital, por lo que aquí no puede quedarse. ¡Solo les falta tener piratas sueltos a los pobres yibutíes!

Somalia, asimismo no es un lugar accesible ya que es un Estado fallido en guerra permanente en el que la seguridad es nula. Lo ideal sería llevarlo a Kenia, para ser juzgado allí junto con el resto de sus compañeros, pero ¡claro!, estando en libertad, a ver cómo le convencemos de ir allí.
Además, ¿podemos nosotros custodiarle?... y ¿para qué custodiarle si está en libertad?... ¿cómo le llevamos?... ¿tendríamos que detenerlo de nuevo, lo que implicaría desobedecer el mandato de libertad del juez?


Las leyes, los tratados, convenios, acuerdos… la Audiencia Nacional, ¿no deberían haber previsto estas cuestiones? Y si no interesa atrapar piratas ¿por qué no nos lo dicen y nos volvemos a España?

sábado, 16 de mayo de 2009

Vida de un yibutí

Reproduzco hoy la carta de un yibutí dirigida a todo aquel que quiera conocer en primera persona cómo es la vida de una persona en este país. El relato de su vida no es excepcional, es la narración humana y sencilla de la vida en D´jibouti.

Buenos días,

Me llamo Ibrahim Chehem Ibrahim; nací en Yibuti el 17 de mayo de 1977. Viví con mis padres en la sabana Mi madre murió en 1987 y mi padre en 1995.
He asistido a clase desde los siete años; he seguido con regularidad mis estudios hasta la muerte de mi padre.


Al ser el mayor, suspendí mis estudios para cuidar de mis hermanos pequeños. Todas las responsabilidades de las que me he dado cuenta al convertirme en el padre a cargo de una familia, me han hecho tomar conciencia de las dificultades para atender las necesidades de todos. He ido a D´jibouti capital para trabajar, pero me he dado cuenta de los problemas del paro. Encontrar trabajo es muy duro.

Al morir mi padre me dejó algunas cabras y unas vacas. Insuficiente para toda la familia. He tenido que vender una parte para pagar los estudios de mis hermanos y comprar lo necesario para comer.

Durante varios años luché en la sabana para resolver sus necesidades. A continuación me casé; tuve seis hijos y los problemas se incrementaron. En consecuencia volví a D´Jibuti capital para encontrar trabajo. Así pues, dejé mis cabras a mi hermano, que a su vez se casó y tiene tres hijos. Esta vez tuve suerte porque encontré trabajo de vigilante en una escuela L.E.C. (Lire, Écrire, Compter; nombre que reciben las escuelas de Primaria) de Boulaos, con las Hermanas de la Presentación de María en el Templo. Al cabo de dos años, terminado el contrato, las hermanas me enviaron a Caritas, donde necesitaban un vigilante.

En Caritas conocí a una señora que impartía clases gratuitas de informática. He seguido sus clases y dice que estoy dotado para ello. Terminada su estancia en D´jibouti, esta señora saldrá pronto para Francia. Desde este momento ya no tengo profesor y si quiero continuar en setiembre tendré que matricularme en el centro de l´Alliance, aprender inglés además de informática, y eso pagando; por si fuera poco al ser los cursos durante el día, tendré que encontrar un trabajo de vigilante por la noche para atender a las necesidades de toda la familia. Como no tengo medios, espero ayuda para obtener mi diploma. Con mi diploma podré obtener un puesto de secretario y ganar dinero para atender a las necesidades de mis hijos y sobre todo ofrecer a mi hija sordomuda una escuela apropiada para ella. Eso me permitiría escolarizar también a mis hijos y nacionalizarlos.

Ahora intento construir una casa para que mi mujer y mis hijos tengan un lugar para vivir confortablemente. Tengo la suerte de tener al P. Francisco que me ayuda en mi trabajo que hago el viernes, día de mi descanso.

D´jbouti es un país dividido por cuatro lenguas oficiales: afar, issa, francés y árabe con religiones diferentes: musulmana, católica, protestante y ortodoxa. Para vivir en perfecta armonía, debemos mostrar tolerancia, aceptar las diferencias de cada cual y respetar las ideas de las personas y la religión de cada uno. Eso no es fácil porque a veces debido al khat, los tumultos aparecen en cada esquina.

Las normas de nuestro país son bastante cambiantes según las personas. En consecuencia la gente hace lo que le viene en gana y por ello, encontrar trabajo no resulta fácil si uno no está recomendado por alguien mucho más importante.

No conozco nada de su país, pero por Internet he aprendido que ustedes son un país muy desarrollado. No se habla de los pobres; porque sin duda, han encontrado soluciones para aliviar sus necesidades. No puedo hablar de la gente de su país porque no lo conozco. Conozco a italianos, franceses, árabes, yemeníes, etíopes, somalíes y afars.

- Los afars: Son muy acogedores y solidarios. Son minoría en D´jibouti.
- Los etíopes: Muchos son pobres que no tienen nada y que duermen en las calles. Fuman mucho, y se emborrachan a causa de esta pobreza, y se vuelven agresivos.
- Los franceses: Muchos de ellos piensan que son los propietarios de D´jibouti. Actúan sin tolerancia y sin generosidad. Sin embargo hay algunos que son muy generosos para compensar a la gran mayoría.
- Los árabes: Muchos son comerciantes, son muy amables y trabajan mucho por los musulmanes y las escuelas coránicas. Es una clase acomodada.
- Los somalíes: son muy belicosos, se refugian fácilmente en D´jibouti a causa de la guerra en su país, son pobres.
- Los yemeníes: Son los árabes de Yibuti.
- Los italianos: Ayudan enormemente a los pobres, con frecuencia por medio de congregaciones religiosas. Son muy amables.

Me gustaría que ustedes se interesaran por mi vida y me ayudaran, del mismo modo que ayudan a sus pobres, a fin de que mis hijos puedan vivir mejor que yo.

Europa envía ayudas cuyo resultado no se ve. ¿Por qué no venir para darse cuenta de nuestras necesidades y hacer de tal modo que podamos realmente salir adelante? Sabemos que hay ayudas que han llegado pero no las vemos. Les reprochamos el dar demasiado dinero a los ricos y nada a los verdaderamente pobres.

Les aconsejo que no den dinero al Estado sino que hagan de tal modo que el Estado pague nuestras facturas escolares, de sanidad y de alimentación, no en dinero sino directamente. Ejemplo: Si no tengo qué comer voy contigo a hacer las compras, tú pagas pero no das dinero; si necesito material de clase, tú compras; y si tengo que matricular en la escuela, tú inscribes y tú pagas.

Le aconsejo que vengan y tomen conciencia de la verdadera pobreza y de las verdaderas necesidades de la gente de la calle, en D´jibouti, pero sobre todo en los alrededores porque entre la gente que pide dinero los hay muy ricos a quienes les gusta pedir.
Espero pronto sus noticias.
Hasta la vista.

Ibrahim Chehem Ibrahim
Balbalah, República de D´jibouti
(PD: Carta corregida, por las faltas, por su profesora de informática)

viernes, 15 de mayo de 2009

Enfermedades infecciosas

He tenido la fortuna de conocer y charlar con Jaime, médico español jefe de la unidad de enfermedades infecciosas en el hospital de D´jibouti. Es el marido de Teresa, quien ha improvisado el dispensario de comida junto al hospital de Balbalah.

Es barcelonés, tiene sesenta y cinco años, alto, enjuto y ágil. Su familia tenía una buena posición social, eran industriales textiles, estudió medicina y trabajó en Nueva Orleans, y luego Nueva York donde se emparejó con una modelo española, mujer de moda a quien se disputaban los saraos del Estudio 54 y las fiestas VIP. Cuenta de aquella época que Andy Warhol, Liz Taylor o Liza Minelli ignoraban que aquel doctor “tan simpático” había pasado la tarde en Harlem con infecciosos… pobres y ricos acabarían muriendo, a la vez, de un mal entonces ignorado: el sida, la mitad también con tuberculosis.

"Entre los 12 primeros enfermos de sida, en 1978, dos eran míos: uno era un cocinero del hotel Plaza que había estado en Haití y el otro, un drogadicto"…se plantó en Haití y vio la mayor miseria de su vida y se quedó cuatro años. Luego estuvo en Uganda donde cuenta que comenzó contando muertos. Inició un hospital en Sudán, donde convivió con el virus ébola.

Jaime ha ido siempre “por libre”. Busca trabajos que le permitan el contacto directo con el enfermo sin más aspiraciones, le basta que le dé para vivir y que le guste el país. Para él “ir por libre” significa aprender, entender, preguntar, investigar, movilizarse o llevar niños a operarse a Barcelona.

Jaime es actualmente un experto en tuberculosis y dice que es una enfermedad de pobres que tienen problemas para el acceso a una medicación adecuada. Hace un seguimiento de estos enfermos. No se acostumbra a aceptar que el sufrimiento o la miseria no tengan remedio. Su máxima es evitar paralizarse por el sentimiento, pero, a veces, cuando llega al límite se chilla a sí mismo: '¡No llores, hagamos algo!'.


Hoy lleva África en los ojos. Dice que la tuberculosis y el sida no se curarán si no lo hacen juntas y esto, según afirma, en África no sucederá hasta que no se arregle el problema de la mujer, su independencia económica. “Para ello hay que educar al hombre".


Cada segundo se infecta de tuberculosis alguien en el mundo.
"El dinero no lava la conciencia"

jueves, 14 de mayo de 2009

¿Un lugar para vivir?

Ya he comentado en alguna ocasión que entiendo absolutamente la atracción que África en general y esta ciudad en particular genera a muchos occidentales que han habitado por estas latitudes.

¿Qué hay aquí que provoca dicha atracción?

La respuesta es simple: absolutamente nada. Aquí solamente se puede encontrar desierto, desolación, un clima muy poco adecuado para la vida humana… no hay recursos, no hay agua, no hay nada. Ya lo decía “El testamento del chacal”, D´Jibouti no es lugar para los hombres…

Sin embargo, durante algún paseo nocturno por el espigón, bajo el cielo estrellado, en ese momento donde medito cuestiones más o menos trascendentes pienso:

... si no tuviera responsabilidades familiares, si no hubiera tenido hijos, si no quisiese compartir mi vida con una persona con lazos en España, si mi sentimiento solidario con los menos favorecidos fuese más fuerte, menos teórico, si tuviese los ingresos mínimos vitales garantizados, si supiera hablar francés … ¡demasiados condicionales para mi persona!

Tranquilizo a mis conocidos, amigos y seres queridos: no voy a ser yo el que me quede a vivir en D´jibouti.

Sin embargo, conozco a alguien que cumple todos y cada uno de esos requisitos. Esos, y alguno otro como el de tener un sentimiento religioso profundo, un conocimiento profundo sobre las relaciones entre las personas, una probada capacidad de sacrificio, una predisposición innata para ayudar a los demás y sobre todo un corazón inmenso que necesita regalar amor.

Con esas características humanas y con lo que las gentes de esta zona necesitan ese tipo de personas que ayuden de forma desinteresada, no sería de extrañar que esa persona en quien estoy pensando pudiese encontrar, al menos temporalmente, calorcito para su alma.


Te avisé que te dedicaría un post... no te lo pienses más, ¡vente Muck!

miércoles, 13 de mayo de 2009

Café Etíope

El café etíope consiste en un ritual ancestral por el que los hombres son agasajados por las mujeres con un café de puchero hecho de forma artesanal, con todo un ritual que deja entrever la dominación machista y la tradición en un paisaje multicolor.

Nos han invitado a una vivienda muy humilde donde somos recibidos como los mejores anfitriones que jamás hayan entrado en esa casa. Son las cinco de la tarde, el calor pegajoso impregna nuestras ropas, varias mujeres nos esperan, unas vestidas con el vestido típico de su país, otras, apenas llevan vestidos de tirantes que cubren con dificultad sus curvas de mujer.

El suelo de un pequeño jardín se encuentra coquetamente preparado para que nos sentemos sobre unas esteras a la sombran de una tapia. Delante de las mismas un manto de hierba fresca recién cortada hace las veces de mantel. Sobre ella un par de vasijas de barro funcionan como brasero con ascuas de carbón incandescente. A su lado, una caja bien presentada sirve de bandeja para soportar las tazas. Alrededor, azúcar en un recipiente, granos de maíz y productos aromáticos.

Ellas apenas hablan francés o inglés por lo que la comunicación es difícil; sin embargo, el ambiente resulta acogedor, agradable a pesar del calor sofocante y las moscas que revolotean algo molestas.

Las mujeres son un torbellino de idas y venidas para que todo esté a punto. Una mujer pone incienso sobre las brasas y un aroma profundo impregna toda la atmósfera, otra, de rasgos etíopes, lleva los granos de café a quien hace de anfitriona, esta los deposita en una sartén encima de las brasas y los tuesta con gran mimo y cuidado. Pronto, el olor a café resulta muy estimulante. Una vez tostado el café, lo depositan en un mortero de madera y lo muelen con un palo.

Mientras, en el otro brasero, los granos de maíz se han transformado en palomitas, que una vez rociadas con azúcar, nos son ofrecidas junto con agua fresca, su tesoro más valioso.

Estamos sentados en el suelo. La postura nos resulta algo incómoda, no estamos acostumbrados, y nuestras rodillas se resienten. Las brasas además contribuyen a calentar aún más la temperatura ambiente. Sudamos.

El agua con el café molido depositada en una vasija especial sobre las brasas comienza a hervir y es retirado del fuego para que empiece a decantarse. Es el momento culminante, el café es servido y se nos ofrece con exquisita cortesía. Primero los invitados, luego las anfitrionas. El café sabe buenísimo, las mujeres ríen desenfadadas.




El sol ha caído y la tarde resulta ahora más soportable. Una vez apurado el último sorbo, las tazas son limpiadas con ayuda de los dedos, el mismo agua va pasando de taza en taza, cada vez más turbia. Una vez “limpias” nos ofrecen repetir. Nuestro sanitario sonríe con gesto de complicidad; nos ha dado vacaciones profilácticas… ¡tomaremos otra taza!

martes, 12 de mayo de 2009

Los locos oficiales

En nuestra rutina diaria, hay una serie de costumbres, actividades periódicas e individuos que nos llama poderosamente la atención. Conocemos sus caras, sus actividades y sus horarios. Ellos, seguro, conocen las nuestras. Merecen mención especial dos de ellos.


El “loco de la esquina”


Es un hombre de mediana edad, tez morena, bigote y pelo desarreglado. Viste una camisa a rayas y un pantalón corto bastante andrajoso y completamente cubierto de mugre. Sus sandalias debieron estrenarse cuando el pie paró de crecerle. Lleva siempre una bolsa de plástico marca “Kadack” con el logo de la famosa casa fotográfica, donde guarda una botella de agua y algún otro objeto personal.

Pasa todo el día sentado y en cuclillas en un cruce, guarecido a la sombra que proporciona un pequeño cartel de carretera. No hace nada. En alguna ocasión le hemos vista levantarse y encararse con los pasajeros de algún vehículo, perseguirle no más de cinco o diez metros escupiéndole y profiriendo insultos contra sus ocupantes.


Cada vez que pasamos por ese cruce nos mira, también nos conoce, como si fuese un espía. Sabe perfectamente cuándo vamos, cuándo venimos y sospecho que también conoce nuestra actividad y el motivo de nuestra presencia en esta ciudad.


El “loco del palito”.

Éste tipo es realmente singular. Su radio de acción son doscientos metros, pero pasa prácticamente todo el día sentado a la sombra de una palmera, al borde de una calle transitada de forma casi exclusiva por vehículos.

Es negro zaino, una capa de polvo cubre su piel. No ha visto una ducha en su vida. Tiene el cabello rizado. La suciedad impide saber si se trata de rastas o tirabuzones. Su indumentaria es siempre la misma: pantalón corto y sandalias. Le hemos visto haciendo sus necesidades sin ningún pudor en mitad de la vía pública. Está bien alimentado, tiene incluso algo de “barriga”. ¿cuándo come, de dónde proceden los alimentos que consume? … es un enigma. Es consumidor habitual de khat.

Su tara característica y principal, casi única actividad es golpear suave y reiteradamente el suelo entre sus piernas entrecruzadas con el extremo de la rama de árbol de unos cuarenta centímetros. Tac, tac , tac , tac, tac … la cadencia del golpeo es constante, frenética, ininterrumpida. Su vista está perdida al frente. Sin embargo a veces su mirada perdida nos encuentra, nos ve, nos conoce, en alguna ocasión incluso nos saluda al pasar, con su mano libre, sin cesar el repiqueteo provocado por el palito.

El consumo permanente de khat agravado por el calor y el sol permanente sobre sus cabezas les ha reblandecido el cerebro provocándoles su estado, su enfermedad mental. ¿…o tal vez ha sido al revés? En cualquier caso, para nosotros son los “locos oficiales”.



(Los de las fotos no son ninguno de nuestros locos oficiales, de ellos, por un cierto pudor y sentido de respeto a su imagen, no he tomado ninguna fotografía)

lunes, 11 de mayo de 2009

El tierno militar

Continúo pensando que la razón de mi presencia en D´Jibouti no consiste en realizar labores humanitarias.

Sin embargo, ser testigo permanente de la miseria, del hambre, de la desnutrición y la pobreza es algo a lo que no te acostumbras, y que te hace meditar. Desde España tenemos conciencia de los problemas del tercer mundo pero quizás por la lejanía nuestra moral se relaja… vamos a restaurantes caros, las basuras están repletas de sobras, la mayoría de nuestra pblación no tiene ése tipo de problemas.

Aquí, la cosa cambia... la miseria se encuentra delante de ti cada día, mirándote a los ojos. Me siento mal desperdiciando agua potable para afeitarme mientras a la salida del aeropuerto, los chiquillos se acercan a nuestro coche con la ilusión de obtener una botella. No es fácil ver nuestro plato lleno de comida mientras que los cuerpos delgadísimos de los yibutíes descansan bajo una sombra en el exterior. Me preocupo por tomarme la pastilla antipalúdica diaria o por las condiciones higiénico-sanitarias donde me vacuno de la fiebre amarilla, conociendo que en este país menos del treinta por ciento de los niños menores de cinco años que sufren desnutrición aguda reciben un tratamiento adecuado. Me preocupan los exámenes de mis hijos mientras que aquí muchos niños, y en particular niñas, abandonan la escuela y se ven privados de su derecho a la educación porque están ocupados buscando agua.

¿cómo no sentir nada?, ¿qué tipo de venda hay que ponerse?, ¿es posible permanecer de brazos cruzados?
El otro día leí en Internet:

El tierno militar
“Hace unos días, pocas horas antes de su regreso a casa, y “sin que nadie lo supiese”, seis militares españoles de la misión de la Unión Europea en Somalia “sacrificaron parte de su tiempo libre y de su dinero para visitar uno de los colegios más pobres de Yibuti”. En su paseo por las aulas repartieron “chucherías, gominolas, galletas y juegos que habían comprado en las tiendas de la ciudad”. Al irse, los escolares colocaron la bandera española en la pizarra y despidieron a los edulcorados soldados con gritos de: ¡España!, ¡España!”


Es comprensible y aceptable ¿no?, o ¿tal vez estamos lavando nuestra mala conciencia?

(La foto es mi peqeño homenaje a Úrsulo, una de las personas que mejor ha entendido a la gente de este país y que ha calado más profundamente en el corazón de cientos de yibutíes)

sábado, 9 de mayo de 2009

Daños colaterales personales

Mi experiencia en África está siendo fantástica, muy gratificante y enriquecedora desde el punto de vista personal y profesional. Entre tanto, la vida continúa su curso en España y siento una gran nostalgia…

La realidad es que, cuando hago balance diariamente, minutos antes de quedar profundamente dormido, mis pensamientos se dirigen siempre hacia España, hacia los míos. Echo muchísimo de menos a Carmen y a los niños, al resto de mis familiares y amigos.

Estar presentes en decisiones tan importantes en nuestras vidas como la adquisición de una vivienda, orientar y aconsejar a la persona con quien quiero vivir en la decisión sobre qué tipo de casa es mejor o peor, la negociación del precio, los trámites bancarios y la elección de la fórmula de pago no es algo fácilmente compensable con cualquier otra experiencia que puedas adquirir en tu vida.

Ayudar a las personas que más quiero y aprecio en los momentos de bajón emocional, de necesidad de contacto físico, de apoyo moral, de ayuda material… no es fácil aceptar que tu mejor amigo se está separando, y aunque el Chino con su gran corazón, el Raja con su comprensión y ternura o el Bubi con su sentido práctico de la vida habrán hecho lo que sea posible, yo no he estado allí para prestar mi hombro, mi ayuda, mi ánimo, mi cariño, mi amistad.

Echar una mano a mis hijos en momentos de exámenes finales, aunque sólo sea estar encima de ellos, ayudarles y apoyarles moralmente… controlar en la medida de las posibilidades de un padre sus salidas nocturnas, sus fiestas, sus compañías… valorar su grado de responsabilidad en el día a día… orientar, echar una mano y si llega el caso influir sobre la decisión de qué carrera estudiar, qué otras posibilidades existen, qué es lo que a mí me parece más conveniente para la vida de los chavales, en un momento tan importante en su vida… eso es lo que debería estar haciendo ahora y no puedo. Espero, fervientemente, que no tenga que lamentar mi ausencia en un momento tan delicado.

Echo de menos no contactar con mis hijos cada día, no poder jugar con Luis o Nacho, no poder hacerles cosquillas. Me falta el contacto físico, me encantaría poder abrazar a mi hermana, charlar con Jose, me apetece muchísimo ver a mi abuela, besar a mis sobrinos, animar a Mari Carmen en su lucha diaria, bromear con Mariano sobre el Madrid, achuchar a Nuria, abrazar a Carmen.

Para mí la distancia no es el olvido sino todo lo contrario, es hacer patente la necesidad que mis seres queridos tienen de relacionarse conmigo, y por supuesto la que tengo yo de estar en contacto cotidiano con ellos.

Hoy es un día especial, nueve de mayo de dos mil nueve. Es uno de esos momentos únicos en la vida en el que mi “chiquitín”, Nachete, celebra su Primera Comunión. Explicarle al chiquillo que no existe posibilidad de acudir en un tiempo razonable es complicado… él sabe que estoy lejos, pero…
... ¿tan lejos como para no poder ir, aunque sea un ratito?

De la misma manera que hace un año, Luis hizo su Comunión y sentía a su papá junto a él, espero que Nacho hoy sienta que "su papito" está a su lado, aunque no pueda verme, estaré con él.


viernes, 8 de mayo de 2009

La cara de los piratas

Entre los piratas apresados por “El Marqués”, nuestros compatriotas llevaban a bordo uno de ellos con una fea herida en el vientre. Según nos cuentan, al recogerle en el barco, el apresado ya presentaba dicha herida.

Lo de capturar “piratas” parece parte de nuestro cometido, pero presenta una gran cantidad de interrogantes…

El médico del petrolero, a base de analgésicos y antibióticos ha mantenido sus constantes vitales, pero no tiene capacidad de realizar una intervención quirúrgica que sin duda es necesaria.

En España, mientras tanto, nuestra Audiencia se ha declarado competente para juzgar a los retenidos. Al parecer se han encontrado pruebas irrefutables para poder imputar a los capturados con algún tipo de delito, pero dado que, en tanto que no se apruebe la reforma del Código Penal, la piratería no es delito en nuestro país, los detenidos no son españoles y han sido apresados en aguas internacionales, imagino que serán acusados de “asociación de malhechores” o alguna figura jurídica similar… ya veremos!

Y mientras tanto ¿qué hacemos con el herido? Tras ser autorizados por el Mando inglés de la Operación “Atalanta”, se han efectuado las gestiones con las autoridades francesas para que el pirata pueda ser atendido en el hospital francés de D´jibouti.

¿Cómo lo traemos? El Marqués está a sesenta millas del puerto, pero éste no tiene en la actualidad ningún muelle disponible… ¡lo bajamos en helicóptero! Nuestro sanitario hace el apoyo entre el aeropuerto y el hospital.



El pirata es un joven de complexión atlética que lleva unos pantalones bermudas negros. Su aspecto no es saludable.

¿Quién custodia al prisionero? Nuestro personal de seguridad, conoce los procedimientos y se encuentra perfectamente adiestrado, (para eso también), pero no posee la consideración de policía militar. Tenemos que ser apoyados por la policía local de D´jibouti. ¿y cómo hacen llegar a España a los detenidos? Habrá que esperar la llegada y la colaboración de la Guardia Civil, ¡supongo!

Acabo de llegar del hospital francés. Mientras escribo estas líneas, el herido está siendo intervenido, su pronóstico no es bueno.

¿Quién paga los gastos de hospital ocasionados? Parece claro que el barco español ha actuado en el ámbito de la Operación de la Unión Europea, por lo que es evidente que se trata de un caso de financiación común… ¡espero!

¿Qué hacemos con el herido si falleciese? Ahora mismo está en el hospital francés, y ellos serían los responsables de los trámites correspondientes, pero si el deceso se produjese mientras el retenido está en nuestro poder…

…y si se cura, ¿dónde, cómo, cuándo y con quién lo evacuamos? Esperamos recibir instrucciones desde Madrid.

Además de todas las interrogantes, mi impresión es un poco triste al comprobar con qué falta de humanidad hablamos de la vida y la muerte de un pobre “diablo” que por muy pirata que sea, no deja de ser un ser humano con rostro propio.

jueves, 7 de mayo de 2009

VTC

Son, para los no familiarizados con los acrónimos, las siglas en inglés de una Video Tele Conferencia. Todas las semanas, los militares que participamos en diferentes misiones en el exterior, conectamos con el Mando de Operaciones y con el CNI y mantenemos una videoconferencia, en canal seguro, con objeto de reportar novedades, recibir información y mantener la coordinación necesaria. ¡Vamos, una especie de Messenger, pero un poco más sofisticado y profesional!

El Jefe del Destacamento prepara un pequeño resumen de las circunstancias habidas en el desarrollo de la misión e informa de cuáles han sido las novedades, las dificultades y las necesidades en las distintas áreas.

Yo, ya tuve la oportunidad de hacer mi “debut” televisivo hace quince días por ausencia de Jose… toda una novedad para mí, por la que no creo que me concedan el Óscar al mejor papel protagonista.

Hoy, hemos tenido una VTC excepcional con la Ministra de Defensa para informarle de cómo va todo. Además, para los “actores protagonistas” de nuestra misión, (nosotros y los de los barcos), se ha permitido la presencia de los medios de comunicación, por lo que esta noche en las noticias, y mañana en la prensa nacional, posiblemente saldrá algún comentario.

No es mi intención hacer la pelota a nadie y mucho menos entrar en valoraciones políticas (que tengo prohibidas por Ordenanza), Dios me libre, pero tengo que decir que la Sra. Chacón, Carme para sus paisanos de Esplugas, es una política en el más amplio sentido de la palabra. La sensación que da es de conocer profundamente todas y cada una de las Operaciones, llama a sus interlocutores por sus nombres, nos ha preguntado sobre los piratas apresados, sobre los apoyos recibidos, sobre los contactos con los pesqueros, nos ha trasladado el agradecimiento de los mismos a las Fuerzas Armadas por nuestra presencia en los caladeros donde faenan, ha dejado entrever los conocimientos en leyes adquiridos en las universidades canadienses cuando ha preguntado sobre las opciones legales que se están estudiando para aplicar a los piratas capturados y a bordo del "Marqués", nos ha explicado las intenciones políticas que tiene y cuándo y cómo va a solicitar en el Parlamento las autorizaciones correspondientes, y lo más importante de todo…

como buena política que es … ha mostrado su lado humano mostrando su preocupación por todos nosotros, especialmente por aquellos que desarrollan su labor en las zonas más conflictivas y además nos ha felicitado por el trabajo que se está realizando.

Jose ha trasladado a todo el personal del Destacamento la felicitación recibida. Quizás, para otros no es importante, para nosotros, los militares, el reconocimiento a la labor realizada es premio suficiente para continuar trabajando, con ímpetu renovado, cada día.


Lo que la Ministra ha manifestado, me satisface. Si además de todas las bonitas palabras, el Gobierno aprobase ya la ampliación del crédito del 228 (concepto presupuestario que financia las Operaciones y que al día de la fecha se encuentra sin dotación), todo sería mucho más fácil y coherente. ¿No?

miércoles, 6 de mayo de 2009

El avión

Como si fuera un niño pequeño, con el mimo y el cuidado que una madre primeriza cuida a su bebé, así tratamos todos los componentes del Destacamento a nuestro querido P-3.

El avión que tenemos es un modelo alfa. Se le bautizó como 22-21, y se está portando como un campeón. Hasta este momento, no ha habido que cancelar, por motivos técnicos, ni una sola misión. Los de mantenimiento no se lo pueden creer, los pilotos tampoco, el resto de la tripulación dice: “ya veremos” y el resto tocamos madera. Eso sí, después de cada misión, el avión viene con pequeños achaques… problemillas que se van solucionando. Cuando no es algún fallo eléctrico es alguno mecánico, la electrónica también origina problemas, y los motores… van como van.

Todos los días que vuela se le hace una revisión diaria, a las setenta y dos horas otra más intensa, cada quince se le lava (para quitar el salitre que se adhiere a su vieja pintura), cada cuatro semanas una revisión completa, cada ocho meses, vuelve a su base donde se le da un repaso completo. Así va tirando.

Lo cierto y verdad es que “mientras las molinetas dan vueltas…” todo en el Destacamento va sobre ruedas. Todo el mundo está ocupado, comprometido con su trabajo. Cada cual aporta su grano de arena, y así la misión se cumple cada día. Si el avión se parase… ¡malo!

Es cierto que durante años, este sistema de armas, que aporta capacidades de patrulla marítima, de guerra antisubmarina, de inteligencia y de patrulla marítima, ha estado bastante dejado de la mano de Dios. Parece que nuestro Ejército del Aire ha tenido… otras prioridades. Parecía que esas capacidades militares eran… menos importantes que otras.

Como consecuencia, el programa de modernización ha ido, en función de la financiación necesaria para ello, a trompicones. A veces se ha efectuado modernización de aviones próximos a su finalización de vida operativa por el límite de horas de vuelo. En ocasiones no se ha realizado el análisis estructural necesario previo a realizar la modernización del avión. El detector de anomalías magnéticas, el puro que le proporciona esa forma tan característica en la cola del avión no funciona desde hace muchos años. El radar que lleva integrado el 22-21 es de los que se usaban en la Segunda Guerra Mundial (de los de rayitas que dan vueltas), nuestros radaristas son unos fenómenos capaces de interpretar las sombras más extrañas, de sacarlo de la tormenta más nega, pero si se pierde el famoso "know how" de la gente y perderemos el conocimiento de los mismos… ¡sería una pena!

Ahora, con el control de la inmigración ilegal y la guerra contra la piratería, las capacidades que el avión aporta parecen haberse vuelto muy importantes, pero la vida de una flota no puede improvisarse de la noche a la mañana. Los P-3 están en precario pero son necesarios.

Cada día que el avión vuela, cuando éste aterriza, subimos al avión con la preocupación de saber cómo ha regresado. Si todo ha ido bien, nos sentimos aliviados, orgullosos y felices. Sólo nos falta darle una palmadita en el lomo y decirle al oído “buen trabajo campeón”.



Cuando la Ministra nos preguntó si podríamos repetir con mayor frecuencia el despliegue en Mombasa para apoyar en mayor medida a los pesqueros españoles, Jose le contestó:

Señora Ministra, el avión funciona perfectamente, pero tiene un límite de actividad cada tres días, el personal de mantenimiento debe hacerle un lifting. Ahí donde le ve, el avión cumple cuarenta y cuatro años el día tres de mayo”, a lo que la Ministra respondió con un tono sorprendido y dejando entrever sus temores:


"... ¿has dicho cuarenta y cuatro?"

martes, 5 de mayo de 2009

Los Masai Mara

Sin duda, la vivencia más curiosa e interesante de las que he disfrutado en Mombasa ha sido mi encuentro y charla con los Masai.

Poco antes de comer veo un grupo de “morenos” vestidos con sus atuendos típicos. Paso por delante de ellos, me saludan. Sin pensármelo dos veces me acerco a ellos, y les pregunto quiénes son. Me reciben de forma muy acogedora.

Físicamente presentan un aspecto muy delgado, son altísimos, fuertes, parecen ágiles, llevan agujeros en las orejas del tamaño de un euro. La mayoría son muy guapetones, tienen el cabello con muchas trenzas untadas con grasa o barro en un tono rojizo. Su indumentaria es también roja, y llevan una gran cantidad de collares, brazaletes, pendientes y anillos de bronce. Me muestran sus lanzas, escudos, collares y avalorios.

Recuerdo un documental sobre ellos en el que se contaba como los niños se conviertían en guerreros despues de superar una serie de pruebas de iniciacion. Primero, celebraban una ceremonia de iniciacion, luego eran mantenidos y alimentados por la madre, se les llevaba prostitutas y posteriormente se les entrgaban sus armas para dar muerte a un leon, con el que cortaban la melena del leon para ensenarla como simbolo de victoria. Y ahí están, delante de mi con su una lanza de hierro, sus sables, sus largos cuchillos y su escudo. ¿estarán buscando el leon?

Les hago un interrogatorio: ¿dónde viven?, ¿qué hacen aquí?, ¿son guerreros?, ¿de qué viven?. Responden amablemente a todas mis preguntas en un inglés más que correcto. Me cuentan que en realidad son pastores, tienen cabras, vacas y ovejas. Me cuentan que viven en su reserva al Norte del Serengueti, viven en poblados formadas por cabañas formando un círculo construidas con troncos de arbol. En el centro, por la noche meten el ganado para protegerlo de los animales salvajes, de los leones… ¡estoy alucinando! ¿les pregunto si me están tomando el pelo? Ríen, ¡no!, es real, son auténticos.

Vienen contratados por los hoteles de la zona para hacer bailes rituales y animar a los turistas a hacer safaris.

Quieren objetos occidentales, me pretenden cambiar su lanza por mi reloj, les vale cualquier cosa, mi camiseta, una gorra, lo que sea… les bromeo ofreciéndoles mi ropa interior… se parten de risa! Me preguntan cuánto tiempo permaneceré aquí. Me proponen ir a su reserva al Sur del Valle del Rift (cercana al lago Victoria). ¡Más quisiera yo! La próxima vez que venga me pongo en contacto con vosotros y planeamos una visita pero… cómo me comunico con vosotros?...


“hakuna matata, just give me your email address”

lunes, 4 de mayo de 2009

Una misión desde Mombasa

El despertador suena a las seis y cuarto, tras la ducha académica y vestirme “de piedra”, desayuno un zumo de mango, un poco de piña y un café con la doxiciclina (aquí la malaria es endémica por la gran cantidad de mosquitos favorecidos por la humedad ambiental), Mark nos recibe con el cásico Jambo y subimos al “taxi” en dirección al aeropuerto.

La calle está ya abarrotada de gente. Llama la atención la gran cantidad de mujeres con pesadas cargas sobre la cabeza. El tráfico es caótico e intenso. Recibo llamada del Centro de Apoyo a la Misión modificándonos la intención del Jefe de la Fuerza respecto al plan inicial. La búsqueda deberá centrarse ligeramente más al Sur de lo previsto modificando las coordenadas respecto a lo inicialmente previsto. Las altísimas buganvillas y los baobabs que adornan las afueras de Mombasa nos deleitan la vista.
No se requieren servicios de handling, pago las tasas de aterrizaje, llamo a la Shell para cargar el avión de combustible, David se encarga de llevar a la torre el plan de vuelos y enterarse de la meteo (parece que hoy no habrá tantas nubes como ayer), los de mantenimiento dan el último repaso al avión, todo está en su sitio. Subimos al P-3, Óscar hace el briefing pre vuelo (ocho horas de misión, llegada estimada a las diecisiete locales). Con mecánica profesionalidad se comprueba las tareas del personal a bordo. Mecánicos, armero, fotógrafo, radarista, todos responden. Todo es correcto. El navegante informa del propósito de la misión, la zona y los objetivos.
Les doy mi bendición, les deseo buen vuelo. A las nueve y cinco están despegando. Cinco afortunados nos quedamos en tierra. Tenemos ocho horas de turismo.


Dedicamos la mañana a conocer la denominada “old town”. La ciudad se asienta sobre una isla formada por coral y por tanto en continuo crecimiento. Visitamos el castillo milenario tomado por los turcos a los portugueses, bajamos a un pequeño muelle donde observamos un gran pozo que se utilizaba para lavar a los esclavos antes de ser transportados a América. Hoy hay gente lavando sus propias ropas. En la orilla, de aguas cristalinas, hay gente joven lavándose. Complexión atlética, todo fibra, ni un miligramo de grasa. Uno de ellos con el agua por la cintura se está limpiando enérgicamente los dientes con arena del fondo. El paisaje es tropical.
Subimos de nuevo a una pequeña calle donde abundan los suvenir para turistas. Figuras de ébano, collares, pulseras de pelo de elefante, capazos de fibra de baobab, cuadros y telas con motivos africanos. Tiempo de tomarnos una cerveza. Nos sentamos en una terraza y finalmente nos decidimos por zumos de papaya, mango, piña… frente a nosotros, delante del agua, los chavales juegan en un improvisado partido de fútbol. Entran duro, ríen, caen al suelo de forma aparatosa, se divierten.
Antes de subir al aeropuerto, contemplo absorto el espectáculo: el techo de los taxis, abarrotado de monos, es utilizado de trampolín para subir a los árboles. Llamada del avión: con un ruido inaudible alcanzo a comprender que aterrizarán a las cinco y cuarto.
Como un clavo el P-3 toma tierra sin novedad. Recibo a bordo el debriebieng. Una fragata francesa ha apresado a los ocupantes de un barco nodriza, que servía de apoyo a los piratas, cuya presencia fue detectada en nuestra misión de ayer. Hoy, nada importante que reportar. Óscar todavía tiene cara de susto.

Dos grandes frentes de cúmulo nimbos han sido imposibles de sortear al regreso. El avión se ha movido “de lo lindo”, la ayuda del viejo radar y la pericia de su operador han permitido el retorno seguro a Mombasa. La tripulación se marcha a descansar.

Repostamos el avión para el vuelo de regreso a D´Jibouti de mañana. Los de mantenimiento empiezan la “diaria”; Pedro revisa concienzudamente los motores, Paco la estructura del avión, Meji supervisa el radar y Lara los instrumentos de cabina. Todo está en condiciones de volar un día más. Terminamos de noche. Echamos la llave a la puerta y volvemos al hotel. Los informes de misión son enviados, damos novedades al Jefe de la Base de Morón. Un día más el P-3 ha cumplido su misión. En el hotel doy instrucciones de transporte para el día siguiente, solicito facturas de alojamiento, comida y telecomunicaciones. Aún hay tiempo de una ducha, escribir este post antes de ir a cenar.




Después nos tomaremos una cerveza (ahora sí) en el chiringuito del hotel al borde de la playa.