sábado, 25 de abril de 2009

Camellos

Aunque nosotros les llamamos camellos, en realidad, lo que nos encontramos por todas partes aquí son dromedarios.

Los dromedarios (en adelante para mí camellos) son animales cuya presencia es absolutamente cotidiana en esta ciudad. Nadie les hace caso. Parecen no tener dueño. Ellos van "a su aire". Lo normal es verles rumiando entre los matorrales en los bordes de las carreteras, pero también es posible encontrarles en el centro de la ciudad.

Ayer me crucé con uno que iba tranquilamente caminando en dirección contraria por el centro de una carretera de dos carriles sin desviarse un ápice de la línea discontínua central.

Nos han advertido que es muy conveniente tener mucha precaución circulando, ya que es común que si uno está “viejito”, algún desaprensivo lo anime a cruzarse en tu camino, ya que si lo atropellas, el importe a pagar sería muy considerable. Y si “desgraciadamente” el camello fallece, el negocio para el dueño es doble, ya que habría que pagar su valor y además el propietario tiene comida para una buena temporada.

Si bien en otras regiones áridas donde existen comunidades de pastores, los camellos son animales de trabajo versátiles y resistentes, en D´Jibouti no hacen absolutamente nada. En otros sitios se utilizan como bestias de carga para largos recorridos, pueden labrar las tierras, o incluso pueden utilizarse para paseos turísticos. Aquí, los transportes se hacen en camiones destartalados, la tierra no se cultiva y el turismo es una entelequia.

¿Por qué o para qué se utilizan entonces?

En las proximidades del puerto hay un amplio recinto vallado que, no se sabe cómo se va llenando de camellos día a día hasta que un día, misteriosamente desaparecen. No se les ve llegar. Tampoco se les ve irse. ¿?

La explicación es la siguiente: Los camellos llegan atravesando la ciudad por la noche en grandes caravanas, son encerrados en espera de su carga en un buque especialmente preparado para la exportación. D´Jibouti exporta anualmente casi un millón de dromedarios con destino principalmente a Egipto para consumo de carne.


… y a mí que me caían simpáticos… ¡pobres!

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