viernes, 24 de abril de 2009

La belleza está debajo del agua

El agua del Golfo de Aden es azul, gris, verde. El color de la superficie depende de lo que refleje el instante: el cielo, las nubes, la vegetación o las piedras de las laderas que caen a las aguas.

En la playa nos ponemos reguladores, chalecos y aletas y máscaras. El agua está cálida de la zona, la más mínima sensación de frío. El chapuzón desde la playa rompe los reflejos de la superficie, y un mundo de silencio, ingravidez y brillos de rocas, invade mis sentidos.

Tan sólo a diez metros de la orilla, con el agua apenas llegándome a la cintura, y con unas simples gafas de buceo, un mundo inimaginable aparece delante de mi: aguas cristalinas, pequeños grupitos de formaciones de coral blanco, flora marina variada, peces increíbles de vivísimos colores y de todos los tamaños que se acercan apenas sin miedo... tengo la sensación de estar en un documental, de estar viendo algo que raramente está a mi alcance en nuestras playas, por bonitas que sean.

A escasa profundidad aparece casi de todo: paredes de roca, bajofondos, fondos rocosos, y gran diversidad de especies de flora y de fauna para disfrutar, peces y más peces (estaban todos Nemo, Dori y todos los demás). Hay verdaderos enjambres de peces que aqui en nuestro pais no podemos ver y que te maravillan. La biodiversidad es inmensa.

La visibilidad es fantástica. El panorama resulta deslumbrante, y más aún entre rocas brillantes, misteriosos escoriales volcánicos, praderas subacuáticas, grandes molúscos, o el destello de luces de los peces sorprendidos por nuestra presencia. La transparencia del agua es extraordinaria y la luz se difunde de una manera particularísima. Es una inmersión en el asombro.Apenas a veinte metros de la orilla, una sima de un color que abarca casi todo el abanico cromático del azul: turquesa, marino, cielo... descendemos, observamos una preciosa barrera de formación coralina.

Las paredes del lugar generan formas que me atraen como si contuvieran una belleza magnética. Algunos peces multicolores zigzaguean cerca. La barrera coralina, de ocho a diez metros, baja hasta al lecho arenoso que se hace más y más profundo de forma pronunciada. Peces azules, Napoleón, el pez araña del puzzle que hicieron Luis y Nacho, y qué se yo cuantísima variedad de peces multicolores.

El coral parece un bosque de pequeños árboles de piedra, y alcanzamos el fondo, piedras de todos los colores, cristales, fondos arenosos y muchísimos pececitos. Tadjura es un lugar aún virgen en nuestro planeta y por tanto es un verdadero placer disfrutar de las maravillas que ofrece el fondo marino.


Las inigualables aguas azul cobalto del Golfo de Adén que bañan la playa de Tadjura y el azul marino de la playa de KhorAmbado, un poquito más cerca de D´Jibuti me han atrapado para siempre en el mundo del buceo.

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