martes, 21 de abril de 2009

Cánones de belleza

Las mujeres africanas en la antigüedad eran legendarias por su belleza y su poder. La mujer aquí y ahora, con su fisonomía típica de África posee un nivel de belleza comparable con la de cualquier parte del mundo. Las mujeres de D´Jibuti son en su conjunto de gran atractivo físico y las inmigrantes etíopes, resultan espectaculares. Como dice mi amigo Juan “Aquí Naomi Campbell es del montón

A pesar de su bonita fisonomía, en D´Jibouti la mayoría de la población, apenas sin recursos, descuida considerablemente su imagen limitándose a cubrir su cabello y a veces el rostro, con coloridos velos y túnicas de colores. Sin embargo, en cuanto las necesidades básicas están cubiertas, sí se puede observar mujeres muy tatuadas, y con cierto abuso de cosméticos, maquillaje, rimel, uñas pintadas y pintalabios.

Lo que no me agrada es que, pese a su agraciada apariencia, con muy pocas excepciones, es muy raro ver a una mujer negra en los medios de comunicación con aspecto africano. Lo normal es que se mimeticen con las características estilizadas de rasgos europeos (nariz aguileña, labios delgados y cejas depiladas), disimulando en la medida de sus posibilidades las características particulares de su pelo rizado, grandes caderas, labios carnosos, nalgas generosas, además de su color de la piel y la nariz característica.

Es paradójico y asombroso. Aquí las mujeres utilizan medios artificiales para aclarar su piel, disimulan sus labios pronunciados y alisan sus cabellos, mientras en Occidente se frecuentan los salones de rayos UVA para obtener algo de color, se ponen botox en las mejillas para conseguir una mirada parecida a la que las africanas tienen desde el nacimiento, usan la silicona para aumentar sus el grosor de sus labios y también el de sus nalgas.

La sociedad africana sufre un lavado de cerebro que les hace pensar que la genética de belleza de las mujeres europeas, es mejor que la suya propia ¿y viceversa?

De los hombres… mejor no hablar. No es que no se cuiden (metrosexual no tiene ni necesita traducción al yibutí), simplemente es que no se lava. El escaso porcentaje cercano al poder con medios económicos suficientes, también intenta aproximarse al modelo occidental, en la mayoría de las ocasiones mediante horteras corbatas y trajes de dependiente tres tallas superior a lo necesario.

Me fastidia que no sea normal ver como un ideal de hermosura en las revistas y otras formas de medios de comunicación, la belleza autóctona. Parece que todo el mundo, incluidas las mujeres más agraciadas de la zona, se sienten presionadas para seguir las normas de belleza que exporta Hollywood. Por desgracia es el aspecto y los rasgos étnicos de la mujer africana los que se encuentran en la parte inferior de la pirámide en cuanto a cánones de belleza.

Evidentemente no tengo nada en contra del canon de belleza occidental (no en vano estoy físicamente enamorado de una mujer de ascendencia gallego-avulense con rasgos bien españoles), hay muchísimas mujeres bellas en el Sur y en el Norte de Europa, aunque pienso que el estándar de la belleza que abunda hoy en día no es, ni mucho menos, universal.

Mi cruzada es contra la propagación mundial de dicho patrón como la norma que deben seguir todos los demás pueblos, incluidos los negros. Creo que es muy irreal esperar que cada ser humano deba tener pelo liso, larga melena, rubia o morena y ojos claros o castaños.

Para mí la exportación de ese patrón niega la identidad de otras culturas, privándonos de los rasgos naturales originales de cada pueblo.

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