jueves, 30 de abril de 2009

Protección a los pesqueros

Cualquier español, con independencia de su residencia o ubicación, tiene el derecho a que las Instituciones españolas, y en el exterior nuestras Fuerzas Armadas le protejan de cualquier agresión física o moral por parte de terceros.

Así lo expresa nuestra legislación y jurisprudencia, así lo entienden nuestros políticos, así actuamos los funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Defensa en el extranjero, y así es como debe entender la opinión pública española que se actúa en el exterior.

Sin embargo, mi opinión matiza ligeramente el axioma anterior debido a una serie de consideraciones:

Ø Una cosa es el derecho de todos nuestros compatriotas a ser defendido por las Instituciones y los medios de nuestra nación y otra, completamente diferente, es asumir que todos tenemos derecho a llevar “seguridad privada” para el desarrollo de actividades particulares en cualquier parte del mundo donde nos encontremos, por conflictivas y peligrosas que éstas sean.

Ø La seguridad en el exterior es cara. La pagamos entre todos los contribuyentes.

Ø Es materialmente imposible (para nosotros y para cualquier otro país) disponer de una Fuerza con los medios humanos y materiales necesarios que aseguren la integridad de todos sus conciudadanos en cualquier parte del mundo.

Ø Los pesqueros pertenecen a entidades privadas con ánimo de lucro que generan importantes sumas de dinero en función de las capturas que realizan.

Ø Marineros, capitanes de los barcos, armadores y compañías frigoristas y conserveras que están detrás de ellos, están puntualmente informados de los riesgos que corren, desarrollando sus trabajo en el inmenso área en que realizan sus labores de pesca.

Ø Los pesqueros son, en general, remisos a manifestar su ubicación concreta, ya que, si están encima del banco de atunes, cuanta menos competencia, más capturas.

Ø La mayoría de los pesqueros españoles tienen sus puertos en aguas vascongadas. ¿y sus banderas? a veces, parecen sentir la necesidad de expresar sus sentimientos de pertenencia al colectivo español, solo en caso de extrema necesidad.

¿Qué deberíamos hacer?, ¿ponemos una fragata detrás de cada pesquero? Con estas consideraciones, yo me pregunto: si yo decido mañana ir a buscar diamantes al centro del Congo donde existe un conflicto armado, mis autoridades nacionales en la zona me advierten del peligro, y aún así decido ir allí persiguiendo mi propio beneficio, ¿hasta qué punto puedo exigir al Estado español que asigne un Grupo de Operaciones Especiales para que me proteja?


Creo que la inmensa mayoría de los españoles estamos especialmente sensibilizados con el sector pesquero, tanto por la reducción que ha sufrido en su flota y en sus caladeros habituales, como por la especial penosidad y condiciones en que se ganan habitualmente la vida. Pero no hagamos demagogia…

… ¡Protección: sí, para eso estamos, pero con los límites que impone la lógica!

miércoles, 29 de abril de 2009

Dolphin

Hay por aquí un valenciano que ha elegido desde hace nueve años vivir en D´Jibouti.

Se gana la vida organizando expediciones por mar y carretera a algunos lugares turísticos que hay en este país. Para las excursiones marítimas dispone de un velero “El Delhi Waleta” con el que organiza jornadas en Tadjura, Musha, Maskali, Arta, Obock y otros sitios que para echar un día libre resultan fantásticos.

Las excursiones por tierra son más sufridas, todo terrenos por caminos polvorientos conducen al Lago Assal, a un bosque que se encuentra al otro lado del Golfo, o simplemente el desierto que se halla próximo a Etiopía. Su empresa, “Dolphin”, organiza cursos de buceo con el título “Padi” oficial, proporcionando libros, teóricas audiovisuales, reconocimiento médico preceptivo y toda la instrucción necesaria por un precio razonable. Además ha participado en la organización de una película, reportajes, documentales...

tienen hasta página web, por si alguien se anima: http://www.dolphin-excursions.com/

El negocio que ha organizado cuenta con varios socios… a cual más pintoresco. Habitan y trabajan en una casa local de dos pisos en el Centro. Utilizan la parte superior a modo de oficina. Los ventiladores en el techo permite soportar el calor. Tienen un salón con un tresillo y una tele del siglo pasado. En las paredes cuelgan banderas originales “prestadas a modo de souvenirs” de diferentes barcos y embajadas. Además, un montón de ceniceros repletos de colillas le dan el toque “¿Qué tal si limpiamos un día de éstos?”.

Constituyen una cuadrilla de “hippies” de varias nacionalidades, a cual más singular, que caen bien. La característica de todos ellos es su estilo de vida “buen rollito”, dormir, beber cerveza, navegar, siesta, fiesta y así uno y otro día. No tienen una sola preocupación.

Los socios son Vicente y Bruno. Bruno, francés, es el que pone orden en la empresa. Habla un buen inglés y con sus pantalones de pinzas y camisa de marca es el “dandi” del negocio.

Vicente, cercano a los cincuenta, es moreno de piel, greñas rizadas semirrubias, de aspecto sucio, frente muy despejada y muy poco pelo en la “azotea”, generosas patillas, mal afeitado y cara permanente de “me acabo de despertar, ¿toca comer o cenar?” Siempre lleva chanclas, pantalones cortos y camisetas con mugre de tres o cuatro días. Es buen negociante, habla y habla y al final no sabe por dónde ha empezado, pero te convence por aburrimiento y porque llegas a pensar que es imposible una comunicación lógica con él. Como si hablásemos diferentes idiomas.



El equipo se completa con Nicholas (francés con chanclas, pareo a la cintura, pelo largo y aspecto de “me he fumado dos porros esta mañana y estoy un poquito colocao”; Alex, el instructor de buceo, serio, perilla de chivo, de complexión atlética; también está el encargado de excursiones por tierra, que es otro colgaode tomo y lomo”, pero quizás el más excéntrico de todos ellos es el pintor iraní, en búsqueda permanente de la musa de la inspiración, con escaso éxito. Además por el local que tienen, siempre rondan los marineros yibutíes encargados de la logística a bordo del barco.

Vicente nos ha invitado hoy a tomar hoy una paellita valenciana de pollo… a las siete de la tarde! No sé si la intempestiva hora ha sido fijado por el insoportable calor que imposibilita cualquier actividad al mediodía o es que ha calculado que ésa es su hora de comer para el día de hoy. En cualquier caso, no le vamos a poner pegas, una paella en D´jibouti es algo que no sucede todos los días.

martes, 28 de abril de 2009

El dispensario de comida

Teresa es una española que vive en esta ciudad desde hace algún tiempo.

Su ocupación es absolutamente altruista. Hace lo posible por concienciar a las madres de los niños desnutridos para que acudan al dispensario de comida y conseguir así que éstos reciban la alimentación de la que carecen.

De los centros de alimentación suplementaria apoyados por UNICEF en D’Jibouti, el de Balbalá es especial. Mientras que en los otros centros los niños que padecen desnutrición sin complicaciones sólo reciben alimentación suplementaria, en éste las madres participan en actividades de educación y supervisión nutricionales, en la alimentación de los niños y en la distribución de alimentos. Asimismo aprenden a cocinar productos alimenticios económicos y a su alcance.

Los niños están por lo general bien alimentados… mientras que maman. A partir del año, dejan de recibir la leche materna, no reciben alimentación adecuada ni suficiente, y es entonces cuando la desnutrición empieza su largo proceso… Al estar mal alimentados, sus madres dicen “están enfermos”. Su debilidad les hace perder el apetito, la carestía de alimentos les hace más susceptibles de cualquier enfermedad… es un círculo vicioso con un final trágico en multitud de ocasiones.
Si las madres acuden al dispensario con los más pequeños, entonces los mayores de los que quedan en casa, comen el alimento de los más pequeños. Otras veces las madres se quedan en casa amamantando a los bebés y los niños van solos al dispensario, los hermanos juntos, el mayor no suele llegar a diez o doce años.
La apuesta de Teresa es crear lazos afectivos con las familias, intentar que los niños disfruten de las visitas, se diviertan, jueguen, y sobre todo que coman y sus organismos obtengan un mínimo nutricional. En el dispensario intentan desarrollar las aptitudes de las mujeres para que en su vida ordinaria alimenten a sus hijos con alimentos nutritivos que se encuentran disponibles en el ámbito local. "Casi siempre, la desnutrición severa no sólo se produce porque los padres son pobres, sino por falta de conocimientos sobre alimentación infantil. El reto consiste en proporcionar a cada una de las madres los conocimientos en materia de nutrición para garantizar el descenso de los casos de desnutrición severa," nos cuenta el Dr. Madian, que es el Director del Centro.
En el dispensario preguntamos "¿qué necesitáis, además de alimentos?" Sus necesidades son muy primarias. Afortunadamente, el dispensario recibe financiación para alimentos (y sólo para alimentos) de una ONG alemana. Otras necesidades básicas son ropa de niño y bebé y juguetes.
Los juguetes, me comenta Teresa, son muy complicados. Los juguetes occidentales no les sirven. “los americanos han donado con su mejor intención microordenadores, (no son capaces de sacarle el más mínimo provecho), juguetes con pilas (no tienen donde adquirirlas, ni con qué pagarlas), muñecos, coches, etc. Casi siempre son objeto de disputa y controversia. “Juguetes, casi mejor olvidadlo, en todo caso pinturas, lápices de colores, plastilina para colegiales, ése tipo de cosas, sí nos pueden ayudar, pero sobre todo ropa de niño pequeño. Deberías ver las caras de ilusión de las madres cuando les entregas cualquier trapito…”
Nuestros comentarios en España han hecho que el sentimiento solidario de “nuestra gente” se haya puesto rápidamente en marcha. En el avión del mes pasado, recibimos algunas cajas con ropa que ya hemos entregado. El veinte del mes de abril, viene otro avión desde España. Una empresa andaluza nos ha prometido enviar cunas para el orfanato.


Gracias a Teresa por su valiosa labor anónima en el dispensario. Gracias a los médicos europeos por salvar miles de vidas en el hospital de Balbalá.

Gracias en nombre de los que más lo necesitan a todos los que, a través de nuestras palabras, habéis tenido la sensibilidad necesaria para hacer posible echar una gota de agua a este incendio que supone la desnutrición y la carestía de medios de muchos seres humanos sin los recursos más necesarios para subsistir.

lunes, 27 de abril de 2009

La Ley

Yendo hacia la Base Aérea, todos los días solemos pasar al lado de una de las muchas mezquitas que salpican la ciudad. Los viernes hacia las doce está absolutamente infectado de gente que asiste al culto semanal preceptivo. Justo a su lado, hay una explanada donde se pueden observar cuatro piedras en forma cúbica de un metro aproximado de alto separadas entre ellas otros cuatro o cinco metros. En su parte superior hay dos grilletes.

El último informe de derechos humanos de la Secretaría de Estado norteamericano denuncia que pese a la formalidad democrática aparente, los derechos humanos en este país permanecen bajo mínimos. Los principales excesos denunciados en el informe son la corrupción, la impunidad oficial, los arrestos y detenciones arbitrarias, los arrestos preventivos prolongados, la ausencia de derechos en relación con la propiedad privada. Por supuesto no existe libertad de prensa, ni de sindicación ni de asociación, y un largo etcétera de derechos y libertades individuales son violados permanentemente.

No todo es negativo, el informe del último año indica que no se han registrado ejecuciones de Estado, ni desapariciones, aunque si existe constancia de que continúen las torturas y los malos tratos por la policía.

En la cárcel de Gabode, que vemos completamente abarrotada de visitantes en sus inmediaciones, especialmente los viernes (día de visita), parece que los prisioneros sí tienen acceso al agua potable y saneamientos, si bien las condiciones sanitarias de la cocina permanecen en niveles ínfimos. Tienen enfermera y dos visitas médicas semanales. Hombres y mujeres habitan separados y las mujeres tienen permitido permanecer en compañía de sus chiquillos.

Aunque la Ley prohibe las detenciones arbitrarias, la policía no lo respeta. Nosotros, por el estatuto de Fuerza de que disponemos, no somos susceptibles de ser arrestados en caso de cometer un delito, sin embargo nos han advertido que si fuésemos detenidos, probablemente nos soltarán en un tiempo “razonablemente superior al establecido”, con alguna que otra magulladura además de alguna que otra disculpa.


Ahí delante de mí continúan las piedras con los grilletes. El objeto de las mismas es servir de lugar de imposición de castigo de flagelación, lapidación y amputación de miembros a delincuentes, ladrones y adúlteros y homosexuales (la homosexualidad en D´Jibouti está penada con diez a doce años de cárcel).
La verdad, no he visto nunca ninguna ejecución de sentencia, (ni tengo la menor gana de ello), en realidad creo que la Constitución del país las prohibe, pero ahí continúan las piedras, como muestra del pasado reciente y aviso a navegantes de que aquí, los derechos humanos son “muy particulares”.

sábado, 25 de abril de 2009

Camellos

Aunque nosotros les llamamos camellos, en realidad, lo que nos encontramos por todas partes aquí son dromedarios.

Los dromedarios (en adelante para mí camellos) son animales cuya presencia es absolutamente cotidiana en esta ciudad. Nadie les hace caso. Parecen no tener dueño. Ellos van "a su aire". Lo normal es verles rumiando entre los matorrales en los bordes de las carreteras, pero también es posible encontrarles en el centro de la ciudad.

Ayer me crucé con uno que iba tranquilamente caminando en dirección contraria por el centro de una carretera de dos carriles sin desviarse un ápice de la línea discontínua central.

Nos han advertido que es muy conveniente tener mucha precaución circulando, ya que es común que si uno está “viejito”, algún desaprensivo lo anime a cruzarse en tu camino, ya que si lo atropellas, el importe a pagar sería muy considerable. Y si “desgraciadamente” el camello fallece, el negocio para el dueño es doble, ya que habría que pagar su valor y además el propietario tiene comida para una buena temporada.

Si bien en otras regiones áridas donde existen comunidades de pastores, los camellos son animales de trabajo versátiles y resistentes, en D´Jibouti no hacen absolutamente nada. En otros sitios se utilizan como bestias de carga para largos recorridos, pueden labrar las tierras, o incluso pueden utilizarse para paseos turísticos. Aquí, los transportes se hacen en camiones destartalados, la tierra no se cultiva y el turismo es una entelequia.

¿Por qué o para qué se utilizan entonces?

En las proximidades del puerto hay un amplio recinto vallado que, no se sabe cómo se va llenando de camellos día a día hasta que un día, misteriosamente desaparecen. No se les ve llegar. Tampoco se les ve irse. ¿?

La explicación es la siguiente: Los camellos llegan atravesando la ciudad por la noche en grandes caravanas, son encerrados en espera de su carga en un buque especialmente preparado para la exportación. D´Jibouti exporta anualmente casi un millón de dromedarios con destino principalmente a Egipto para consumo de carne.


… y a mí que me caían simpáticos… ¡pobres!

viernes, 24 de abril de 2009

La belleza está debajo del agua

El agua del Golfo de Aden es azul, gris, verde. El color de la superficie depende de lo que refleje el instante: el cielo, las nubes, la vegetación o las piedras de las laderas que caen a las aguas.

En la playa nos ponemos reguladores, chalecos y aletas y máscaras. El agua está cálida de la zona, la más mínima sensación de frío. El chapuzón desde la playa rompe los reflejos de la superficie, y un mundo de silencio, ingravidez y brillos de rocas, invade mis sentidos.

Tan sólo a diez metros de la orilla, con el agua apenas llegándome a la cintura, y con unas simples gafas de buceo, un mundo inimaginable aparece delante de mi: aguas cristalinas, pequeños grupitos de formaciones de coral blanco, flora marina variada, peces increíbles de vivísimos colores y de todos los tamaños que se acercan apenas sin miedo... tengo la sensación de estar en un documental, de estar viendo algo que raramente está a mi alcance en nuestras playas, por bonitas que sean.

A escasa profundidad aparece casi de todo: paredes de roca, bajofondos, fondos rocosos, y gran diversidad de especies de flora y de fauna para disfrutar, peces y más peces (estaban todos Nemo, Dori y todos los demás). Hay verdaderos enjambres de peces que aqui en nuestro pais no podemos ver y que te maravillan. La biodiversidad es inmensa.

La visibilidad es fantástica. El panorama resulta deslumbrante, y más aún entre rocas brillantes, misteriosos escoriales volcánicos, praderas subacuáticas, grandes molúscos, o el destello de luces de los peces sorprendidos por nuestra presencia. La transparencia del agua es extraordinaria y la luz se difunde de una manera particularísima. Es una inmersión en el asombro.Apenas a veinte metros de la orilla, una sima de un color que abarca casi todo el abanico cromático del azul: turquesa, marino, cielo... descendemos, observamos una preciosa barrera de formación coralina.

Las paredes del lugar generan formas que me atraen como si contuvieran una belleza magnética. Algunos peces multicolores zigzaguean cerca. La barrera coralina, de ocho a diez metros, baja hasta al lecho arenoso que se hace más y más profundo de forma pronunciada. Peces azules, Napoleón, el pez araña del puzzle que hicieron Luis y Nacho, y qué se yo cuantísima variedad de peces multicolores.

El coral parece un bosque de pequeños árboles de piedra, y alcanzamos el fondo, piedras de todos los colores, cristales, fondos arenosos y muchísimos pececitos. Tadjura es un lugar aún virgen en nuestro planeta y por tanto es un verdadero placer disfrutar de las maravillas que ofrece el fondo marino.


Las inigualables aguas azul cobalto del Golfo de Adén que bañan la playa de Tadjura y el azul marino de la playa de KhorAmbado, un poquito más cerca de D´Jibuti me han atrapado para siempre en el mundo del buceo.

jueves, 23 de abril de 2009

Globalización

La globalización, hito culminante dentro del largo camino de la mundialización no ha llegado aún a estas tierras en sentido pleno. En mi opinión, no creo que ésto sea negativo.

Si bien existe el libre intercambio, y la propiedad privada, así como la trasnacionalización del capital (muy restringido a un sector privilegiado de la población que se localiza en la esfera de poder que rodea al presidente), sin embargo, la economía no sustituye a la política que manipula sin contemplaciones a la opinión pública.

El mercado laboral se caracteriza por el eclipse absoluto de los derechos y conquistas laborales, la explotación de los trabajadores y el desempleo galopante. Los jornaleros del puerto hacen noche en los exteriores del puerto seco, suben a los camiones en marcha para ser contratados cada día y repelen a empujones los intentos de sus paisanos que deberán esperar otro camión, otra oportunidad de ganar el jornal. Conseguir trabajo cada día es objeto de contienda previa.


La población se divide en solventes e insolventes, los primeros, políticos aristócratas son un puñado de privilegiados, los segundos son pobres de solemnidad. La clase media es muy escasa, prácticamente nula. La máxima del nuevo orden capitalista global, de que todos pueden potencialmente acceder a todo, aquí resulta una paradoja utópica.

Sin embargo, pienso que el eje central de desarrollo de D´Jibouti no debería centrarse en importar el neoliberalismo económico que en la mayoría de los casos equivale en mi opinión a una “macdonalización” que homogeneiza todo, rechaza la cultura y tradición local y aplasta la tradición de cualquiera. ¡Ala les libre de ello!

Subordinar los valores y tradiciones locales a la imposición del triunfalismo occidental, al legado francés o noratlántico, sería un error manifiesto

Bajo mi punto de vista sería deseable un cambio político que derroque el despotismo autoritario actual, que expulse del poder a corruptos, ladrones, reyezuelos que llenan sus bolsillos sin escrúpulos con los ingresos que este país genera. Ese cambio, debería centrar sus esfuerzos en incrementar el progreso, el desarrollo de estructuras generadoras de riqueza, crecimiento de infraestructuras necesarias para el desarrollo.

Habría que potenciar el multiculturalismo o la protección de las minorías y los desposeídos, evitar la xenofobia y el radicalismo religioso. Y sobre todo conseguir una redistribución equitativa de la riqueza generada.

No existen prestaciones sociales. Todo hay que pagarlo. Hasta llegar a eso habría que iniciar un proceso de incremento del nivel cultural. ¡Está todo por hacer!

Creo que el cambio necesario, resulta imposible sin revolución, ya que no hay libertad, ni igualdad, y cualquier disidencia es rápidamente despachada. Francia mantiene su posición egoísta de antigua metrópoli, Europa en general, está aquí defendiendo sus propios intereses, Estados Unidos, China, Japón, todos estamos aquí de paso, observamos la realidad, cumplimos nuestro trabajo.

Dentro de unos meses, cómodamente sentados en el sillón de casa, ni nos acordaremos del drama del Estado de D´jibouti donde millares de personas, no globalizadas, sufren, sudan y mueren de hambre bajo la bota del tirano.

miércoles, 22 de abril de 2009

¿Cambiamos de residencia?

Las noticias aparecidas ayer en España son claras y contundentes:

·"Defensa modifica su misión en Somalia para proteger de los piratas a la flota española"
http://www.abc.es/20090421/nacional-nacional/defensa-modifica-mision-somalia-20090421.html

· “España trasladará a Kenia un avión de combate para defender a los pesqueros”
http://www.elpais.com/articulo/espana/Espana/trasladara/Kenia/avion/combate/defender/pesqueros/elpepuesp/20090420elpepunac_1/Tes


· “Defensa traslada a Kenia un avión para proteger a la flota pesquera”
http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009042100_43_748077__Espana-Defensa-traslada-Kenia-avion-para-proteger-flota-pesquera

· “Los atuneros, contentos por los nuevos efectivos para proteger la flota”
http://www.agrocope.com/noticias.php?id=97096&comu=&ztipo=&ini=0&ini2=0

· “El Ejército usará la fuerza con los piratas”
http://www.adn.es/impresa/politica/20090421/NWS-0154-Ejercito-piratas-fuerza-usara.html

Las declaraciones de la Ministra de Defensa en España y la repercusión en la sociedad española son evidentes por su contundencia y rotundidad.

Esperemos que las instrucciones “a recibir” sean igualmente diáfanas, nos permitan conocer exactamente cuál es nuestra misión, cuál es nuestra cadena de Mando (nacional o europea), cuál es el límite establecido para cada situación y cuál es el estatuto de nuestra fuerza que se ha negociado con Kenia.

Mientras que nuestros cuarteles generales preparan afanosamente el nuevo escenario (o viejo, según se mire), nosotros, los del P-3, preparamos nuestras mochilas esperando que sus señorías modifiquen el Código Penal español tipificando los delitos de piratería o, en su defecto, se negocie el acuerdo con Kenia que permita la entrega de piratas a sus autoridades para un eventual juicio, en caso de que su captura llegue a producirse.

A la espera de que nuestro avión regrese mañana a esta Base, y recibir instrucciones desde Madrid, la coletilla que se oye entre nuestra gente es bien conocida: " si hay que ir se va, pero... "

martes, 21 de abril de 2009

Cánones de belleza

Las mujeres africanas en la antigüedad eran legendarias por su belleza y su poder. La mujer aquí y ahora, con su fisonomía típica de África posee un nivel de belleza comparable con la de cualquier parte del mundo. Las mujeres de D´Jibuti son en su conjunto de gran atractivo físico y las inmigrantes etíopes, resultan espectaculares. Como dice mi amigo Juan “Aquí Naomi Campbell es del montón

A pesar de su bonita fisonomía, en D´Jibouti la mayoría de la población, apenas sin recursos, descuida considerablemente su imagen limitándose a cubrir su cabello y a veces el rostro, con coloridos velos y túnicas de colores. Sin embargo, en cuanto las necesidades básicas están cubiertas, sí se puede observar mujeres muy tatuadas, y con cierto abuso de cosméticos, maquillaje, rimel, uñas pintadas y pintalabios.

Lo que no me agrada es que, pese a su agraciada apariencia, con muy pocas excepciones, es muy raro ver a una mujer negra en los medios de comunicación con aspecto africano. Lo normal es que se mimeticen con las características estilizadas de rasgos europeos (nariz aguileña, labios delgados y cejas depiladas), disimulando en la medida de sus posibilidades las características particulares de su pelo rizado, grandes caderas, labios carnosos, nalgas generosas, además de su color de la piel y la nariz característica.

Es paradójico y asombroso. Aquí las mujeres utilizan medios artificiales para aclarar su piel, disimulan sus labios pronunciados y alisan sus cabellos, mientras en Occidente se frecuentan los salones de rayos UVA para obtener algo de color, se ponen botox en las mejillas para conseguir una mirada parecida a la que las africanas tienen desde el nacimiento, usan la silicona para aumentar sus el grosor de sus labios y también el de sus nalgas.

La sociedad africana sufre un lavado de cerebro que les hace pensar que la genética de belleza de las mujeres europeas, es mejor que la suya propia ¿y viceversa?

De los hombres… mejor no hablar. No es que no se cuiden (metrosexual no tiene ni necesita traducción al yibutí), simplemente es que no se lava. El escaso porcentaje cercano al poder con medios económicos suficientes, también intenta aproximarse al modelo occidental, en la mayoría de las ocasiones mediante horteras corbatas y trajes de dependiente tres tallas superior a lo necesario.

Me fastidia que no sea normal ver como un ideal de hermosura en las revistas y otras formas de medios de comunicación, la belleza autóctona. Parece que todo el mundo, incluidas las mujeres más agraciadas de la zona, se sienten presionadas para seguir las normas de belleza que exporta Hollywood. Por desgracia es el aspecto y los rasgos étnicos de la mujer africana los que se encuentran en la parte inferior de la pirámide en cuanto a cánones de belleza.

Evidentemente no tengo nada en contra del canon de belleza occidental (no en vano estoy físicamente enamorado de una mujer de ascendencia gallego-avulense con rasgos bien españoles), hay muchísimas mujeres bellas en el Sur y en el Norte de Europa, aunque pienso que el estándar de la belleza que abunda hoy en día no es, ni mucho menos, universal.

Mi cruzada es contra la propagación mundial de dicho patrón como la norma que deben seguir todos los demás pueblos, incluidos los negros. Creo que es muy irreal esperar que cada ser humano deba tener pelo liso, larga melena, rubia o morena y ojos claros o castaños.

Para mí la exportación de ese patrón niega la identidad de otras culturas, privándonos de los rasgos naturales originales de cada pueblo.

lunes, 20 de abril de 2009

La burocracia local

Más de un mes nos ha costado que las autoridades locales nos hagan el visado de entrada en este país. Hasta ahora teníamos uno provisional, y el que nos han concedido es por un año de duración. Será que piensan que alguno de los nuestros, debido al proceso de yibutización que están experimentando, posiblemente decida no volver a España cuando llegue el relevo. No es mi caso.

El Ministerio del Interior es un sitio curioso. Quizás sea mejor definirlo como un antro infecto, desvencijado, lleno de mugre y donde los chinches campan a sus anchas.

La calle por la que se accede a su interior es de tierra y está plagada de escribientes. Son personas sentadas en cajas o latas oxidadas, bajo un tenderete elaborado con restos de sombrillas y otros trapos varios que por un módico precio, mecanografían en sus ancestrales máquinas de escribir, los formatos necesarios para conseguir papeles al batallón de inmigrantes que cada día decide regularizar su situación en el país.
Alguno de los escribanos tiene mucho mérito, pues las máquinas (tipo oficina años
veinte en España) no tienen carro de retorno y carecen de la mitad de las teclas por lo que deben pulsar directamente sobre el hierro que algún día debió sujetar la letra correspondiente.

El acceso al recinto está protegido con una verja, pintada hace treinta años de azul, que es abierta “automáticamente” por el policía de la puerta, por el procedimiento de tirar del alambre desde la garita donde se resguarda del intenso sol de mediodía.

El edificio, rodeado de árboles, de una sola planta, es de estilo colonial y luce un cartel pintado a mano donde puede leerse en frances "Ministerio del Interior". Debió presentar un aspecto fantástico en tiempos de la dominación francesa. Hoy, se cae a cachos. La gente hace cola en oxidadas y vetustas barandillas en el exterior del edificio. Se asemejan a las barandillas que se puede encontrar en la ventanilla de una estación de tren. Las colas se forman un tanto desordenadas, aunque no tanto como en Nápoles porque aquí la gente parece no tener prisa, bajo techados de aluminio soportado por deteriorados palos de madera que hacen las veces de columnas.

Quien no cabe bajo el cobertizo, espera tranquilamente sentado bajo la sombra de los árboles frente al edificio. En pequeños bancos de piedra, en cajas y latas varias, en un pequeño escalón, en el suelo, en cuclillas, ¡no hay prisa! El aspecto del ropaje es, como siempre, muy colorido. Túnicas, velos y pañuelos cubren cabezas de mujeres (algunas caras también para las islamistas más ortodoxas) y piernas de hombres. Pese a la suciedad de las mismas, resultan muy llamativas y vistosas.

Nosotros, privilegiados por nuestra condición, pasamos directamente al interior por un estrecho pasillo de techo desconchado hasta acceder a una tórrida salita con una mesa rota, desencajada, de las que ningún amante de las antigüedades ni siquiera miraría y un ventanuco que apenas deja pasar la luz exterior. El ambiente es asfixiante.

Después de muchas idas y venidas, ruegos múltiples, afectuosos saludos de manos sudorosas y regalitos varios (gorritas, camisetas, llaveros y otra quincalla varia) a varios funcionarios locales, hoy hemos encontrado la solución:

Tras entregarle al Oficial de policía un par de sobres de “Smecta”, por fin tenemos los pasaportes.

Y es que no es imaginable ...lo que en D´Jibouti un antidiarreico puede curar.

domingo, 19 de abril de 2009

Políticos, pesqueros y militares

La política internacional española es a veces, desde mi punto de vista, un tanto contradictoria, un quiero y no puedo, un cúmulo de desatinos y contrariedades.

Cuando las Fuerzas Armadas recibieron del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino el pasado verano la solicitud de protección para los pesqueros que faenaban en aguas del Indico, apenas se tardó tres días en desplegar los medios aéreos militares a Zona de Operaciones. La misión “Centinela Indico” era estrictamente nacional y desde el principio se mostró efectiva en su cometido de patrulla marítima aérea.

Posteriormente, la Unión Europea decidió lanzar la Operación Atalanta, y España decidió aprovechar la eventualidad, ser parte activa, incluso asumir el liderato de la misma en zona de operaciones enviando una fragata y un petrolero. Sin embargo, la misión de la Operación Atalanta no consiste en proteger nuestra flota pesquera, sino proteger el tráfico mercante en el corredor internacional del Golfo de Aden, especialmente los barcos que transitan pertenecientes al World Food Program, y tangencialmente a aquellos otros, que por sus características físicas o por su velocidad de navegación sean especialmente vulnerables al ataque de los piratas.

¿Y nuestros pesqueros? En la actualidad se encuentran faenando en la actualidad a ochocientas millas al Sur del Corredor.

Es un “poquito” frustrante para mi leer titulares en la prensa española como el de hoy domingo día veinte en ABC: “El sector pesquero denuncia que Defensa no puede proteger a sus buques en Somalia

¡Claro que podemos!. Lo único que hace falta es que nuestros políticos tengan las ideas claras, tengan la determinación para decidir cuál es el interés de España y proporcionarnos los medios necesarios para ello.

En este mismo sentido cita mi amigo y profesor en el CESEDEN Pedro Baños en su artículo ”Escarmentados” publicado en el correodigital el día de hoy, que ya lo decía Clausewitz:

“los tres elementos que determinan la victoria son: una clara y firme voluntad política de proteger el bienestar de nuestros ciudadanos allá donde se encuentren; un pueblo convencido de la necesidad de utilizar todos los medios disponibles, y unos recursos militares competentes”




Señores pescadores, Sr Morón, no lance la piedra contra los mandos militares del Ministerio de Defensa. Estamos al servicio de nuestros políticos y hacemos lo que nos ordenan. Pida usted la garantía de protección a que nuestros pesqueros tienen derecho a nuestros políticos, y esperemos que éstos decidan poner los recurso militares que operamos a su servicio, además de hacerlo, si así resulta oprtuno, al servicio de los intereses comunitarios.

sábado, 18 de abril de 2009

Vacunación

D´Jibbouti no es un país de riesgo para la fiebre amarilla. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud, y así me lo recalcó el amable médico del Gómez Ulla que se ocupó de poner al día mi cartilla de vacunación al principio de mi periplo.

Sin embargo, las misiones son como son. Si bien nuestra misión principal aquí consiste en proteger los barcos que transportan la ayuda del Programa Mundial de Alimentos y otros buques vulnerables, el interés de España estriba en proteger nuestra flota pesquera, en su mayoría vasca, que hace la campaña del atún. Nuestros pesqueros van siguiendo los bancos de atunes, que en la actualidad se encuentran casi a la altura de Madagascar, e irán desplazándose hacia el Norte en los próximos meses.

En consecuencia, nuestro avión debe operar mucho más al Sur de lo que lo hace ahora, y para ello es preciso redesplegar periódicamente y por periodos cortos a dicha zona parte del contingente. Las alternativas eran dos: Sheichelles o Mombasa. Tras estudiar pros y contras, Mombasa es el aeropuerto seleccionado y ahí, la fiebre amarilla sí que es una enfermedad potencial contra la que es preciso vacunarse. Entre los efectivos potenciales a ser desplazados, Vicente y yo somos los únicos sin vacunar.

Tras hacer las gestiones con el hospital francés, nos dicen que ellos no son competentes para realizar dicho protocolo y nos derivan al Centro de Vacunación local.

Primero, buscarlo. No tenemos callejero de la ciudad. Tras unas cuantas vueltas damos con él. El garito, junto a una mezquita, es un pequeño edificio de dos pisos que amenaza ruina. Pasamos bajo una escalera a un cuartucho que se encuentra en los bajos del mismo. Hace calor y está atiborrado de gente. Apenas seis metros cuadrados, dos mesas con sendos empleados sudorosos y con dientes negros charlan bajo el ventilador. Las paredes son paneles de madera que sirven para independizar la pequeña sala. Tres o cuartos sillas de plástico completan el mobiliario.

Cuando entramos, los funcionarios hacen levantarse, contra nuestra voluntad, a varias mujeres que se encontraban esperando.

Les explicamos el propósito de nuestra visita. No problem my friend! Dos mil quinientos pichiqlines si traemos la cartilla de vacunación, tres mil si no la tenemos. Antes de que me dé cuenta, allí mismo, el “enfermero”, que viste una raída camisa de manga larga y un colorido velo a modo de falda hasta sus sandalias de pescador, me estaba inoculando. No sé muy bien qué, no he visto de dónde ha sacado la jeringuilla. ¡Que Dios nos pille "confesaos”! Ya estamos preparados para irnos a Kenia.

Pagamos. Ni factura ni ná de ná. Un papel andrajoso dónde apenas se lee el importe y nuestros nombres deberá ser suficiente para justificar el gasto a nuestro interventor en España.

Una vez fuera del local, nuestro sanitario, observa nuestras caras preocupadas e interrogantes y nos comenta en tono jocoso: “No problem my friend”

viernes, 17 de abril de 2009

¿Escrupuloso yo?

Cuando estaba en España y pensaba en cómo podría ser este rincón de Africa, en mi mente se dibujaba una región árida pero exótica, caliente pero pura, salvaje pero limpia.

La realidad es bastante diferente a mis expectativas. La suciedad lo impregna todo, las casas cochambrosas, calles sórdidas, barrios degradados, los hogares , las oficinas desvencijadas, los locales comerciales, las casas abandonadas tienen en general un aspecto asqueroso, viejo, descuidado.

Quizás esté yo imbuído del espíritu occidental de ducha diaria, higiene corporal y jabón para todo, pero la realidad es que aquí la higiene no es algo prioritario. Más bien diría yo que es algo que no es necesario. Existen otras necesidades más perentorias de qué preocuparse.


El calor elevado y el sudor permanente junto con el polvo que flota en el ambiente hace que las personas acumulen roña. Las lavadoras no existen en los hogares (simplemente no hay electricidad) y tanto ropas como personas se lavan en sus casas con cazos, en la calle con el agua del mar, en los charcos o en un pequeño canal que desemboca próximo al puerto. La población local suele llevar, por tanto, la ropa sucia y ajada. Además es frecuente encontrar mendigos harapientos y tullidos andrajosos tumbados en las calles.


Quisimos comprar una fregona. Tarea imposible. Los suelos aquí se barren o se limpian con un trapo. Sin embargo me llama la atención que al caer la tarde, un pelotón de barrenderos (parece en realidad un pelotón de castigo), barren los laterales de la calzada de las calles más importantes. Si no fuese así el polvo, la arena cubriría en pocos días el flamante nuevo asfaltado que existe en las vías principales.


Además, la inmundicia es la tónica general. Las afueras de la ciudad está absolutamente infectada de desperdicios y las bolsas de plástico salpican los campos. En el interior de la ciudad las cabras buscan comida entre los desperdicios de las basuras. Las vacas malolientes, los perros tiñosos, los buitres, los dromedarios y otras mamíferos son hoteles ambulantes para todo tipo de parásitos y contribuyen a crear un ambiente repugnante.


Es frecuente observar gente haciendo sus necesidades (menores y mayores) en medio de la calle o en la playa llena de detritos. Si entras en un cuarto de baño de un local público el olor hediondo está adherido a sus repugnantes paredes, y la sensación es realmente nauseabunda.


También existen vertederos asquerosos donde la gente escarba con sus manos en busca de cualquier cosa de alguna utilidad. Algunos encuentran desperdicios y desechos comestibles en lo que es un auténtico estercolero.




El contacto con la gente es permanente, todos te dan la mano sucia y sudada en cualquier sitio, al entrar o salir a cualquier lado, al intentar venderte cualquier cosa por la calle, cuando intentan que cojas uno de sus taxis llenos de pulgas. La sensación al tocar los billetes rotos en su mayoría, suaves del uso intensivo resulta repulsiva.


¡Menos mal que llevamos Biocid en el bolsillo!

jueves, 16 de abril de 2009

Los Gastos de Defensa

Aunque nuestro complejo de inferioridad a veces nos impida ver más allá de nuestras propias narices, España ocupa un papel relativamente importante en la política internacional. Por nuestra riqueza económica, por nuestra posición estratégica, por nuestra tradición y cultura, por la importancia de nuestro idioma en el mundo y sobre todo por la actitud solidaria de los españoles, estamos comprometidos en la defensa de la libertad, de la legalidad internacional y de la justicia social.

No quiero ni puedo entrar en política, pero es manifiesto que los gobiernos de uno u otro signo de nuestro país así lo han venido entendiendo en los últimos años, y nuestra colaboración y participación internacional viene siendo proactiva y creciente año a año. Unos han buscado alianzas con los americanos, otros buscan alianzas de civilizaciones, pero en definitiva, siempre se ha buscado cierto protagonismo internacional. En política internacional, es también imprescindible un pacto entre Gobierno y Oposición.

En el ámbito de Defensa, estamos inmersos en la actualidad en diferentes Teatros de Operaciones aportando nuestras capacidades, nuestro saber hacer y por supuesto nuestro carácter.

En realidad, a mí me da igual que las misiones en que participo sean denominadas Operaciones de Mantenimiento de la Paz, participación en fuerzas combinadas internacionales de la OTAN, la Unión Europea o Naciones Unidas, coaliciones internacionales, acciones de reconstrucción o cualquier otro eufemismo que queramos emplear. Lo que tienen en común todas ellas es que son misiones en defensa de los intereses de España en el exterior en los que existe un uso más o menos limitado y restrictivo de la Fuerza. Si no fuese así, la labor debería ser efectuada por mis compañeros del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Los gastos militares de Defensa se ocasionan por el interés de la sociedad, sin que existan, en principio, contrapartidas tangibles para la población que los financia. ¿Cuánto cuesta la paz? En la actualidad, con la crisis económica galopante que nos sacude, es difícil explicar a la población los gastos militares. Sin embargo, la realidad es que enviar soldados al exterior es caro. Origina gastos extrapresupuestarios cuya ampliación debe ser aprobada por el Gobierno.

La población española lo demanda, el Gobierno lo aprueba, nosotros solicitamos los medios necesarios; somos austeros, no derrochamos pero el material aéreo y el de protección, los gastos de vida y funcionamiento, los combustibles de aviación, el transporte, los repuestos de material, el material sanitario, el armamento y nuestros salarios van acumulándose a la factura total.
Los profesionales no hemos pedido venir a las misiones. Pero si nuestro país nos envía, intentamos cumplir nuestro trabajo con los medios que nos son proporcionados.

Mi Destacamento es pequeño, los medios materiales son modestos (a veces muy viejos) pero me siento orgulloso del equipo humano, de todos y cada uno sus componentes. La abnegación en el trabajo, el sacrificio personal y anteponer el cumplimiento de la misión a los intereses personales de cada uno es la norma de actuación que observo en el día a día.



La “Operación Atalanta” de la Unión Europea donde trabajamos es conocida en la Base Aérea como “Operación ATALASTANTAS” por motivos obvios.
Sinceramente, no se puede hacer más con menos.

miércoles, 15 de abril de 2009

Estrellas

No soy un hombre con estrella ¿o sí?

Sin embargo, las estrellas me han acompañado toda mi vida, me ayudan a pensar, a valorar la vida y a hacer balance.

Ayer por la noche, después de cenar, fui caminando solitario por el largo espigón que tengo frente a mi ventana. El paseo fue muy agradable, la temperatura era muy cálida, apenas soplaba una brisa cálida que acariciaba mi cara. Las olas batían las piedras del espigón. A lo lejos se divisaban las luces de los barcos que entraban el puerto como una caravana de luciérnagas bajo la luz de las estrellas. No había nadie, sólo yo y mis pensamientos.

Me acomodé en una roca, reposé mi espalda y miré el firmamento. Recuerdos…

Conocí las estrellas con dieciséis años una noche de San Lorenzo en el Puerto de Navacerrada. Fue una fiesta a lo grande, todas querían saludarme a la vez. Pronto me presentaron a La Via Láctea, cuya imagen, ahora me transporta a mis noches intensas de juventud durmiendo en la playa de Cullera, me recuerdan las noches junto a Cado, junto a Miguel y el Raja, junto al Bubi, junto a una “Mahou”. ¡Qué bien lo pasamos con qué poco!

La Osa Mayor me acompañó haciendo "imaginarias". Luego llegó Alicante, y aquella noche en la playa de San Juan. ¡Quién sabe qué rumbo habría tomado mi vida! Aquella noche estuve sólo como ayer, bueno, sólo no, con mis estrellas.

Orión estaba ayer también ahí arriba, con mi amigas Rigel y Betelgeuse. El cazador fue testigo de excepción del momento que cambió mi vida. Ocho de junio del ochenta y seis en el ZM. No soy de fechas, ésa no logro olvidarla. ¡Bonito recuerdo!

Las estrellas me hicieron compañía primero bajo el olivo de Cambrils mientras los gemelos dormían; posteriormente me consolaban durante años en la vigilia en la puerta del Black, y también en mis paseos con Azkar. ¡Cuántos ratos haciéndome preguntas! Azkar no contestaba, las estrellas sí: ¡Somos muy diferentes, pero le quiero tanto!

El lucero del alba me iluminó en los momentos más tormentosos por los que he pasado, cuando no podía dormir en “El Gato” y me tumbaba sobre el green de prácticas mirándolo fijamente.

También me ayudó Sirio del Can Mayor en el cielo de Giza. Su luz me secaba las lágrimas y ayudaba a deshacer el nudo de mi garganta.

Luego llegaron por fin, los paseos en bici por el espigón de Pollensa. Allí las estrellas me regalaron el obsequio más bonito, dulce, tierno, cariñoso y sensible que jamás hubiera podido imaginar. Allí estaban los peces saltarines. Allí encontré la paz. Allí estaba el faro de mi vida cuya luz ilumina el camino de mi vida.

Me volví a encontrar con las estrellas en la terraza de mi casita amarilla en Licola. Me acompañaron allí y una estrella “del Barrio” me recordó que ellas me habían hecho un gran regalo, que tenía que cuidar como si fuese la cosa más valiosa que existe sobre la Tierra. Eso hice, y eso sigo haciendo.

En el cielo hoy luce una estrellita más. Una estrella que me dice: “ríete, disfruta de tu vida y de lo que tienes, que es mucho. No te disgustes por asuntos que consideres más o menos importantes. Lo tienes todo para ser feliz

Gracias mamá por recordármelo en esta noche especial. No te preocupes, sigo tu consejo, ¡cada día!

martes, 14 de abril de 2009

Restaurante Yousouff

Para celebrar la excelente marcha de la Operación y la liberación del capitán americano secuestrado en aguas somalíes, decidimos comer en un restaurante yemení.

El calor intenso del mediodía por la calle hace que la atmósfera resulte irrespirable. Nos introducimos bajando por una escalinata en la zona del mercado. La actividad comercial ahora está prácticamente paralizada. Ancianos, tullidos y hombres y mujeres duermen en el suelo a la sombra como fardos. Los que están sentados a las puertas de sus tenderetes nos miran como si fuésemos extraterrestres. Apenas nos molestan para intentar colocarnos algunos de sus productos. El olor ácido del mercado impregna todo.

Finalmente llegamos al restaurante. Una mesa especialmente preparada para nosotros nos espera bajo dos ventiladores que remueven el calor sofocante. La mesa está cubierta con un hule rojo de propaganda de Coca-cola completamente desgastado y lleno de moscas que se nos pega en brazos y piernas. La sala tiene el aspecto de un establo con viejas puertas de madera de dos cuerpos pintadas de un color verde chillón. Las paredes metálicas también están pintadas. El techo tiene una estructura de madera como si se tratase de un cobertizo. En una especie de altillo, cubierta de polvo se conserva la caja que sirvió de embalaje algún día a la vieja televisión cuyo volumen atrae la atención de todo el recinto.

Una vez servidas unas botellas de agua, zumos y refrescos (el Corán prohibe beber alcohol) y seleccionado el pescado a ser cocinado en el fuego en la zona del viejo horno de chapa de la parte posterior del local, nos sirven unas tortas de pan con unos cuencos de tomate con ajo triturado.

En la mesa de al lado un par de personas comen una mezcla de arroz con harina que amasan celosamente con los dedos hasta formar una pasta, mojan en una especie de mayonesa de un cuenco y lo ingieren con voracidad chupándose los tres dedos pringados de salsa.

Luego llega el pescado. Gigantescas doradas y besugos hechas a la brasa sobresalen de los grandes platos en los que son servidas. No tenemos platos, no hay cubiertos. Vicente, siempre previsor, saca su cuchillo multiusos trincha el pescado, saca sus sabrosos lomos. Lo cogemos con los dedos, lo rociamos con limón y “pa dentro”. ¡Está delicioso!

lunes, 13 de abril de 2009

Balbalah

La palabra árabe "balbalah" significa desorden, desconcierto. En D´Jibouti, Balbalah es el nombre de un suburbio chabolista donde habitan hacinadas más de doscientas mil personas. La gente vive en infraviviendas de chapa metálica y lona. No tienen acceso a agua potable ni a electricidad. Desde su nacimiento la población lucha día a día para sobrevivir.

Visito su hospital, un pequeño centro regentado por Carlo y Miriam, un matrimonio de médicos italianos que me han enseñado orgullosos las instalaciones donde trabajan desde hace años. Ella pediatra, él, cirujano. Además hay algún otro médico de la zona. Las instalaciones, en planta baja, son modestas. Atienden partos, tienen consultas de pediatría, traumatología, infecciosos y cuentan con un quirófano y una unidad de primeros auxilios. La actividad es constante, la sala de espera está llena de pacientes que esperan ser atendidos.

Miriam, sin perder la sonrisa nos indica las tristes estadísticas de la zona: la tasa de desnutrición aguda supera el veinte por ciento, (casi un diez por ciento de ellos severamente desnutrida). La media de nacimientos es de seis niños y medio por mujer, las tasas de mortalidad de recién nacidos y la de mortalidad infantil son espeluznantes.

“Hasta los ocho o nueve meses no suele haber problema de desnutrición porque las madres dan el pecho a sus hijos”, me explica Miriam. “El problema empieza ahí, ya que los niños, supuestamente independientes, no reciben alimentación suficiente”. Aquí, con poco, pueden evitarse muchos fallecimientos. Se vive una situación de "emergencia olvidada" que va en detrimento de la supervivencia de los niños.

La población tiene que pagar la asistencia sanitaria que recibe. Los ingresos se utilizan exclusivamente para compensar los gastos que se producen. Han hecho informes al gobierno de D´jibouti solicitando financiación para dotarse de mejores medios. La respuesta oficial ha sido vista como una crítica a la gestión presidencial: “si sigues hablando, je couper le cou”

Entro en diferentes salas y veo niños enfermos con sus madres en salas comunes. Algunos duermen, otros sonríen al verme. Repartimos algunos globos para los críos. Los aceptan con una tímida sonrisa. Una madre habla con Miriam. Al parecer sus gemelos de apenas seis meses, risueños, ojos inmensamente blancos y aspecto saludable, están listos para ser dados de alta. La mujer quiere llevarse sólo uno y dejar el otro para ser dado en adopción.


“La pobreza material, física degrada también la pobreza de espíritu”, me comenta Miriam. Una madre aquí intenta lo mejor para el conjunto de su prole. Las desgracias individuales son aceptadas como parte de la vida. La vida y la muerte tienen una dimensión diferente en Balbalah.

sábado, 11 de abril de 2009

La política local

Ismail Omar Guelleh es Presidente de la República de D´Jibouti desde hace diez años. El día ocho de mayo se celebró con gran pompa y boato las actividades sociales para conmemorar dicho acontecimiento. En la cena recepción que ofreció la primera dama, tuve ocasión de ver con mis propios ojos el lujo, la ostentación y exuberancia, tanto del propio Presidente como del círculo de amigos y familiares que se reparte la tarta del poder.

Guelleh es etíope de nacimiento, emigró a D´Jibouti antes de acabar los estudios secundarios y se incorporó a la policía llegando a ser Suboficial. Cuando el país se independizó de Francia en el año setenta y siete, se convirtió en Jefe de la Policía Secreta y Jefe del Gabinete de su tío, el anterior Presidente. En esos años, conoció en profundidad las fuerzas políticas y aplicó un lema como nadie: “divide y vencerás”. Utilizó sin contemplaciones la represión y la intimidación en un brutal Servicio Secreto que dirigió de forma maquiavélica y despótica. Detenciones sin juicio, tortura física de disidentes, malos tratos y ausencia de garantías jurídicas eran sus herramientas de trabajo habitual.

Jubilado el Presidente anterior, es nombrado “a dedo” por su tío como candidato presidencial por el monopartido “Coalición Popular para el Progreso”, gana las elecciones “democráticas” y es nombrado Presidente. Su primera acción en el Gobierno es arrestar y deportar a nadie sabe dónde, a sus rivales políticos y amenazas de gobierno.

Sus ideas básicas son la defensa del panarabismo, la colaboración con Estados Unidos en la “guerra contra el terror” y la defensa ferviente del Islam.
Aunque oficialmente D´Jibouti es una democracia, el sistema político está osificado, cuenta con partido político único y un estrecho círculo de amigos se reparten el cotarro: los transportes (impuestos aduaneros, licencias de taxi y autobuses), el tránsito portuario, el khat, etc., todo está bajo su control y de todo sacan tajada. No existe libertad de expresión, criticar al Presidente es ilegal. Su forma de ejercer el poder es la de un tirano que gobierna el país de forma feudal. Por estas latitudes todavía quedan unos cuántos como éste.


El descontento de los Afar empujados a la periferia y la persistencia de la pobreza extrema del noventa y cinco por ciento de la población, son los problemas de su régimen represivo, autoritario y corrupto... …mientras, él y sus colegas hinchan sus cuentas corrientes secretas en paraísos fiscales con el tráfico de drogas y el blanqueo de dinero, la población muere de hambre en la calle.

A Guelleh parece importarle poco, se aisla en su palacio en la playa, construido con millones de dólares, entre el lujo y la suntuosidad mientras llena la ciudad con inmensos carteles con su cara de pariente lejano de Juan Echanove en una imagen bondadosa llena de humanidad.

viernes, 10 de abril de 2009

Lago Assal

Hoy hemos viajado y descendido hasta llegar a pocos metros del infierno, el Lago Assal es la depresión africana más profunda (a casi ciento sesenta metros bajo el nivel del mar) y tambien la zona más calurosa del mundo. El sol abrasa y el bochorno se condensa en el fondo. La tierra arde. Las temperaturas son extremas. ¿Qué temperatura tenemos? El termómetro marca 45 grados. Aquí no llueve en todo el año y la aridez es extrema. Afortunadamente estamos en primavera.

Según nos acercamos, el termómetro sube cinco o seis grados por hora, la tierra parece querer empezar a hervir, la atmósfera se vuelve irrespirable. Al mediodía, el sol calienta la tierra como si ésta fuese a derretirse. No hay rastro de naturaleza viva, sólo piedras volcánicas y sal. El viento intenso abrasa nujestros rostros. El terreno crepita como las brasas de una hoguera.

La carretera desciende suavemente hacia la depresión del Assal. Allí abajo divisamos el lago, alrededor del cual se observa una corona blanca. Cuando llegamos a la orilla accedemos a una playa de sal. Alrededor contemplamos varias montañas negras; parece un paisaje de otro planeta.
Accedemos a una zona en la que hay un pequeño riachoelo y una charca que proceden de un manantial. El agua está a sesenta o setenta grados. No es posible siquiera tocarla sin quemarnos la mano. El mar se filtra gota a gota por las brechas del desierto, atraviesa la zona de magma, a escasos metros de profundidad, y gotea cuesta abajo hasta el lago. Por ahora, el agua del mar se evapora rápidamente dejando su poso salado en el lago: el agua es una salmuera con una densidad diez veces mayor que la de los océanos. Y se flota, ¡claro!.
Durante varios millones de años, la depresión de Afar está siendo invadida por el océano provocando la penetración del mar del Golfo de Adén. El continente africano se resquebraja y esta región con gran actividad sísmica, está condenada a desaparecer inundada por el océano.
Existe una importante actividad volcánica que hace que la actual brecha se agrande día a día. En algún momento se producirá un terremoto que derribe la franja costera y haga que el mar inunde este agujero.
Nos acercamos a la orilla con precaución, la sal forma una dura costra cristalina que impide andar descalzo. El agua está caliente, pero aceptable al cuerpo humano, un par de pasos y nos damos el ansiado baño. Nos zambullimos, chapoteamos y saltamos en un agua viscosa, un puré salino, escuecen los ojos, los labios, incluso la cara se resiente del afetado matinal. Nos apoyamos en el agua. La flotabilidad es increíblemente alta.
Tras el baño, en dos minutos estamos completamente secos. Una capa de sal queda adosada en nuestros cuerpos, en la cara, el pelo y las orejas.
Nada se mueve. Todo está muerto de calor. Este es el territorio originario de las tribus nómadas de los afar que han sobrevivido con sus camellos, sus cabras y el comercio de la sal.


Aquí, en el punto más bajo de África, el terreno es una pasta primitiva que se funde y se transforma, se cuece al sol y a la sal. Delante de nuestros ojos, los continentes y los océanos pugnan por ganar terreno.

jueves, 9 de abril de 2009

Los árboles

A la sombra de las abundantes palmeras que crecen en la ciudad por muchas de sus calles o incluso en la playa es normal encontrar gran cantidad de gente sentada o durmiendo. En las afueras de la ciudad el paisaje rural está salpicado de otro tipo de árboles.

Cuando llega el mediodía y el cielo se vuelve blanco de tanto calor, a la sombra del árbol se protege todo el mundo: los niños y los adultos y, si por la calle hay animales, también se resguardan los perros, las cabras... Es mejor pasar el calor del día bajo el árbol que dentro de la chabola de lata. En su interior no hay sitio y el ambiente es asfixiante, mientras que bajo el árbol hay espacio y esperanza de que sople un poco de viento.
Al recorrer las carreteras por las afueras de la ciudad, siempre se contempla el mismo y asombroso cuadro que no cesa de repetirse: en las inmensas extensiones de tierra quemada por el sol y cubierta de piedras y arena, en unas llanuras donde crece una hierba seca y amarillenta, cada cierto tiempo aparece, solitario, un árbol. Yo me pregunto, ¿De donde ha salido el árbol en este muerto paisaje lunar?
No se trata del famoso baobab africano, árbol sagrado en muchas regiones africanas que supuestamente están habitados por los espíritus y condenado a crecer al revés como penitencia a su altura y belleza, sino de otro tipo de árbol mucho más pequeño, de tronco fino y copa estrecha, apretadas ramificaciones, achatada en su parte inferior y casi plana en su parte superior. Es un árbol mucho menos ambicioso que el aristocrático baobab, pero seguro que podría contar miles de historias narradas bajo su sombra. Junto a esos árboles se pueden ver pequeñas aldeas, un conjunto de chabolas fabricadas de adobe y paneles metálicos, cuyos habitantes pasan su vida bajo su sombra.

La actividad es escasa, algunos chavales juegan al fútbol. Luego están los mayores, que se juntan para comer o charlar, imagino que dirimiendo en asamblea sus conflictos y decidiendo las medidas con las que ajustar el porvenir de la comunidad. Se bebe té, se masca el khat. Muchos duermen a la sombra durante largos periodos de tiempo al día. Al atardecer algunos encienden una hoguera para asar algo de carne, los cuervos revolotean por todas partes. No hay mucho que hacer.
Al caer la noche, todavía hay algunas personas bajo el árbol. Quizás contando leyendas e historias de tiempos pasados, quizás tratando asuntos más tangibles y vanales. Lo que es seguro es que aquí nadie habla de Belén Esteban.

miércoles, 8 de abril de 2009

Periodistas

Es evidente que los medios de comunicación juegan un papel importante en la opinión pública internacional y más específicamente el las Operaciones combinadas de Mantenimiento de la Paz. La presencia de periodistas en escenarios complejos y a veces difíciles en cuestiones de seguridad ha traído a veces consecuencias personales nefastas para este colectivo de profesionales. En África, la violencia contra este colectivo ha supuesto en los últimos años la muerte de varios profesionales así como un número importante de encarcelados.

Vaya, por tanto por delante, mi reconocimiento expreso hacia la labor informativa que realizan poniendo en juego su libertad y, a veces su propia vida.

En los últimos días, como consecuencia del relevo de Mando en la Operación Atalanta, liderada en los próximos meses por España, ha habido en la zona gran cantidad de corresponsales de los diferentes medios internacionales. Ha habido reporteros locales así como de países limítrofes; muchos de Grecia (cedían el Mando); algunos europeos, también los había chinos y japoneses; no he visto ninguno americano y españoles: uno.

Personalmente me llama la atención el escaso eco que en los medios informativos españoles ha tenido la importante responsabilidad que España ha asumido en el concierto internacional. Es cierto que la actualidad informativa en España se ha dirigido principalmente a la remodelación ministerial (y a los buenos resultados de la Selección española de fútbol), pero creo que se podría haber incidido algo más en este acontecimiento. Es obvio que lo que no se cuenta, es como si no sucediese, el periodismo internacional no debería circunscribirse a las comunicaciones oficiales de prensa que se remiten a las agencias de noticias.

El periodista freelance, a veces incómodo para los profesionales que trabajamos en el exterior, debe buscar la crítica (buena o mala) de lo que está sucediendo y trasladarla a la opinión pública. Por mi parte, no me agrada demasido la situación de verme hablando con algunos periodistas sobre asuntos más o menos operativos (éstos podrían sacar alguna frase de contexto). Sin embargo la realidad no ha sido así, he atendido y mostrado toda la información disponible a aquellos que han venido debidamente acreditados (los hay de primera y de segunda división).

La política entra en nuestro trabajo, ya que trasladar información a los medios de comunicación es a veces crucial para alcanzar algunos de los objetivos que ayuden a resolver el problema. Por si alguien no se ha enterado, transcribo la referencia que la prensa ha efectuado a nuestra labor por estas tierras:

“Desde el primer momento el Gobierno español puso sus ojos en esta misión naval y su presencia así lo atestigua. Tras mandar en el primer relevó una fragata con 210 soldados y un avión de patrulla marítima con 69 militares más, ahora aportará una nueva fragata que sustituya a la anterior, la Numancia, de la clase F-82, un petrolero de apoyo, el Marqués de la Ensenada, y mantendrá el avión P-3 Orión del Ejército del Aire."

http://www.laverdad.es/murcia/20090406/espana/espana-asume-mando-mision-20090406.html
















Una aclaración: ¡la foto es mía!

martes, 7 de abril de 2009

Doraleh

Con la idea de preparar alguna futura excursión, intentamos localizar una playa cercana para bucear un ratillo y disfrutar de los preciosos fondos marinos de los que hemos oído hablar. Me voy con Benjamín por la tarde a hacer un reconocimiento a una distancia de quince a veinte kilómetros de la ciudad.

Las cercanías de la capital dejan ver chabolas y más chabolas construidas con chapas metálicas. Adentrarse por sus enfangadas callejuelas parece una aventura poco recomendable.

Nada más salir de la ciudad, un pequeño riachuelo inunda un pequeño vado de la carretera. En un lado, la corriente forma junto a la calzada, un pequeño aljibe donde hay al menos treinta personas medio desnudas, lavando sus ropas, refrescándose unas, otras lavando sus ropas. Los niños juegan. En los arcenes de la carretera están tumbados esperando que pase un vehículo que les salpique. Cada vez que una ola de agua les pasa por encima, ésta es recibida con sonoras carcajadas que muestran sus dientes blanquísimos.

Cogemos por error la carretera que conduce a Etiopía. Después de unos kilómetros, paramos en una zona donde se concentra gran cantidad de camiones. Un contenedor, en estado ruinoso presenta un cartel en el que pintado a mano puede leerse en francés “Ministère des Transports D'Jibouti”. Es el punto donde los camiones con destino a Etiopía pagan los impuestos correspondientes. Entramos en el contenedor a preguntar el camino a nuestra ansiada playa. El calor dentro es asfixiante y la humedad insoportable. Hay dos individuos, uno detrás de una mesa que sonríe enseñando la bola de khat en la mejilla. Al hablar muestra los dientes verdes, la hoja le produce una salivación extraordinaria que le hace babear. El otro, sentado encima de una mesa descalzo, al fondo del barracón nos indica nuestro camino. Tras las obligadas preguntas para identificar nuestra nacionalidad, hace las consabidas y reiterativas alusiones a Raúl y Real Madrid. Con la despedida “español, amigo” continuamos nuestro camino.

Una vez pasada la zona petrolera portuaria, de reciente construcción donde tiene entrada gran cantidad de petróleo y que genera millones de dólares para el país, nos dirigimos por derecho a la zona de la playa.

Antes de acceder a la playa, nos desviamos por un camino lleno de polvo, pasamos por una zona habitada similar a una zona chabolista de los suburbios madrileños. El camino se transforma en campo a través. Nos vemos obligados a utilizar la tracción a las cuatro ruedas para subir por determinadas zonas. Pueden verse árboles muy singulares, con la copa plana en su parte superior. La basura inunda grandes zonas de chamizos y cabañas. Las cabras campan a sus anchas entre la porquería entrebuscando comida entre los restos de basura. Hay corrales fabricados con ramas de árboles repletas de dromedarios. Mucha inmundicia.


Finalmente accedemos al arenal. La playa de Doraleh es pequeña, tiene bolsas de plástico. Hay gente jugando al fútbol. El mar es azul intenso, huele a sal. Hay alguna mujer con velo negro cubriéndole completamente.

No es el caribe, pero ¡no está mal!, ¡a ver si en unos días podemos volver a darnos un buen baño!

lunes, 6 de abril de 2009

Los franceses

Francia tiene desplegadas por estas tierras unos 6.000 militares. El doble del límite que hasta hace poco había puesto el gobierno español para nuestros despliegues en todo el mundo. En términos generales, la sociedad francesa, y en especial su clase política apoyan dicha actitud, a pesar del gasto militar que ello conlleva.

La política exterior francesa es, “diferente” de la española. Para nuestro país vecino resulta importante políticamente mantener el control de esta posición estratégica. El Jefe de la fuerza francesa aquí nos ha explicado que la situación geoestratégica de D´jibouti es clave: se puede controlar la salida y entrada del Canal de Suez, está justo a 20 kilómetros de Yemen, y limita con Somalia, Eritrea y Etiopía, quienes protagonizaron una de las últimas guerras africanas olvidadas por Occidente.

Aunque se independizó hace más de treinta años, D´Jibouti mantiene lazos importantes con este país. Además de que el francés es lengua oficial, lo galo está presente en todos los rincones. La presencia militar francesa es y ha sido una de las principales fuentes de ingresos aquí.
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Para mí, antes de venir aquí, los franceses representaban el romanticismo un poco cursi que he visto en numerosas películas como, “Sabrina” o por algunas canciones como “La vie en rose” o “Ne me quitte pas”. También los he relacionado siempre con la sofisticación, con la moda de Coco Chanel, Louis Vuitton, Yves Saint-Laurent, y festivales famosos como el de Cannes y con las carreras de coches. Desde el punto de vista humano, siempre me parecieron empalagosos, engreídos, orgullosos, jacobinos y chovinistas, ellos algo afeminados, ellas un poco “ligeras de cascos”.

Con respecto a la población local, se comportan como si este país siguiera siendo una colonia. Hay tiendas y supermercados donde prácticamente sólo compran ellos, las estanterías están llenas de productos franceses. Si se acercan a alguna “selecta” cafetería, el dueño levanta de sus sillas a quien sea necesario para que no les falte la privilegiada zona de sombra. Es un auténtico, aunque pacífico “choque de civilizaciones” contemplar un par de niñas francesas paseando por la calle de la mano de su mamá, al lado de un niño yibutí intentando venderles cualquier baratija, u obtener alguna propina por limpiarle los cristales de su poderoso todo terreno.

Sin embargo, he de decir que después de unos cuantos días manteniendo frecuentes relaciones con ellos, he cambiado algunas de mis estereotipos. La mayoría son personas cultivadas, a los que les gusta la buena comida, pero también son solidarias.

En general, con nosotros se muestran amables y serviciales, aunque orgullosos y algo vanidosos. Nos han recibido con los brazos abiertos, como amigos y aliados que hemos venido a colaborar, si bien lo primero que preguntan es “parler français?”.

Eso sí hoy he comido con ellos: champagne y paté para empezar, caracoles, muslos de ranas, camembert y vino de Burdeos. ¡Los tópicos, a veces tienen gran parte de realidad!

sábado, 4 de abril de 2009

Tormenta

Ha amanecido un cielo negro, plomizo, con mayor sensación de humedad de la habitual, la temperatura es ligeramente inferior a los treinta grados habituales y corre una ligera brisa arremolinada.
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Cogemos el vehículo para dirigirnos a la base francesa desde donde operamos cuando empiezan a caer unas gotas. En dos minutos, se desencadena una violenta tormenta que deja caer un mar de agua. La visibilidad es muy escasa y sobre las principales calles de la plana ciudad de D´Jibouti comienzan a formarse grandes charcos.
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Por la calle se ve poca gente, la mayoría cubren sus cabezas con pañuelos. Otros permanecen en la clásica sentadilla, posición habitual de descanso en esta zona que debe producirles una extraordinaria distensión de los ligamentos de rodillas, y que si yo intentase practicar, me impediría volver a ponerme de pie durante una buena temporada, muchos se guarecen bajo trozos de plástico, la mayoría anda descalza. Los perros aguantan estoicamente bajo la lluvia.
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Después de dos horas lloviendo torrencialmente, la ciudad aparece completamente inundada. Las vías principales de la ciudad se encuentran empantanadas, las calles son lagunas, las zonas menos afortunadas, donde se amontonan las chabolas, están absolutamente cubiertas de barro. La zona de campo en las afueras de la ciudad se observa completamente inundada. Sólo se ve agua y bolsas de plástico que contaminan los alrededores de la ciudad. Los chiquillos juegan en los charcos, ríen, saltan, juegan a ser policías que regulan el tráfico de los vehículos que deben sortear las lagunas que se han ido formando. Los niños son felices en cualquier lado, éstos no necesitan Play ni Nintendo ni Wii.
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Muchos yibutíes permanecen de pie con el agua por los tobillos. La mayoría deambula descalza, ya no necesitan las clásicas chanclas de dedo de color chillón ni las sandalias de pescador. La temperatura es muy agradable.
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El puerto está anegado. A escasos metros del mar cualquier obstáculo hace de dique e impide el desagüe. Hay más agua en los muelles que en el mar. Escampa y se pueden ver algunas bombas que intentan achicar el agua de las principales calles. El sol asoma y en poco más de una hora los grandes charcos se han evaporado, las carreteras están secas. La zona de chabolas, sin embargo, permanecerá enfangada al menos un día más.
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Hay personas desnudas aseándose con agua de mar en las rocas junto a los barcos, algunos usan jabón. Otros golpean enérgicamente sus camisetas contra el agua. En media hora estará lista para volver a ser utilizada.
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La tormenta ha pasado, lo peor vendrá en uno o dos días: gigantescas plagas de mosquitos nos harán la vida un poco menos confortable. Mientras que llegan, al caer la tarde todavía tengo tiempo de disfrutar de un fantástico atardecer.


La foto está hecha en honor de mi amigo Antonio, de la asociación fotográfica de Villaverde. Ésta no ganará ningún concurso, pero para mí será un fantástico recuerdo del día que llovió a mares en D´Jibouti.

viernes, 3 de abril de 2009

Money, money, money

En el banco hace un calor insoportable, sudo a chorros, está abarrotado de gente. Son las once de la mañana y la caja cerrará a las doce. Delante de una sola caja se arremolinan al menos veinte personas, todos negros. La cajera parece estar atendiendo a alguno, sólo lo parece. El resto intenta “coger la posición” para acercarse al mostrador. El contacto con otros es permanente.

Estamos a primeros de mes, por lo que mucha gente acude a cobrar sus salarios. Además es jueves, aquí víspera de festivo, por lo que el banco cierra mañana y por eso además hay aun más aglomeración.

No tenemos aún cuenta corriente abierta por lo que los pagos hay que realizarlos en efectivo. El pago de hoy, por los gastos ocasionados como consecuencia del alojamiento y la alimentación del Destacamento es de una cantidad muy importantes. Con lo que llevo en el bolsillo, acabaría de pagar mi hipoteca y aun me daría para hacer ese viaje que siempre he soñado y aún no he realizado. Somos cuatro personas: dos de seguridad, un nativo y yo. Nos miran, no pasamos desapercibidos.

Uno de mis chicos se queda en la entrada, el otro va pegado a mi espalda como una lapa. El calor es asfixiante. Se acerca un joven con camisa de marca y se abre paso entre el tumulto con facilidad hasta la empleada. Saca dos o tres fajos de billetes de 100 dólares. Lleva una auténtica fortuna. Aun con millares de personas en la miseria, el puerto es una fuente de ingresos extraordinaria para este país. El joven reparte a dos o tres personas, aparentemente conocidas, varios billetes en dólares. A otros les da algún dinero en moneda local. Los billetes en Francos yibutíes están destrozados, descoloridos, medio rotos, infectos. Quita la goma de uno de los fajos, empieza a contarlos, habla con la cajera, le empujan, se pierde en la cuenta, quita la goma, los da por bien contados. Los goterones de sudor le caen a la cajera por debajo del pañuelo que le cubre el cabello. Le entrega al joven varias cantidades en moneda local que éste va repartiendo entre varios de los individuos amontonados a nuestro alrededor. Finalmente este se va. Son las doce menos cinco.

Entre seis u ocho individuos que se apiñan en el mostrador, el nativo que me acompaña consigue colar nuestro impreso por el pequeño hueco de la ventanilla. La cajera nos señala el tipo de cambio y me larga otro papel para que le escriba el billetaje. Un individuo acodado sobre el mostrador pegado a mí me observa parsimoniosamente. Saco el sobre con billetes de quinientos del bolsillo, extraigo de él los billetes, la gente mira el dinero con descaro, recuento los billetes, afortunadamente están justos. Los introduzco por la ventanilla. En mi otro bolsillo llevaba otro pico por si acaso. Se realiza la transferencia y me entregan el impreso mecanizado justificativo. La cajera nos despide. Faltan las vueltas, la cajera parece molesta por pedírselas. Nos empujan. Finalmente recibo el cambio. Son las doce. Nos vamos, ¡puff!, qué peso me he quitado de encima… hasta el próximo pago.

Por favor Juan Antonio, agiliza las gestiones en España para abrir una cuenta corriente ASAP!

miércoles, 1 de abril de 2009

Blas de Lezo, la máquina y "el medio hombre"


La fragata española “Blas de Lezo” ha hecho escala en el puerto de D´Jibouti. Está integrada en la Fuerza naval de la OTAN SNMG1 y constituye, sin lugar a dudas, el barco más moderno de los que forman dicha Escuadrilla.

Su Comandante, CF Aurelio Matos nos recibió a bordo y nos mostró con un orgullo más que comprensible, los medios con los que está dotado.
Las fragatas F-100 han sido desarrolladas en los astilleros de Ferrol. Tienen capacidad para detectar y seguir hasta 90 blancos móviles en un radio de 600 kilómetros y dirigir los proyectiles antiaéreos y de superficie. Su impresionante casco de acero les proporciona protección balística. Sus motores no transmiten ruido al casco, por lo que son más difícilmente detectables por submarinos. Las formas del buque persiguen el objetivo de minimizar su "eco" de radar. Está equipada también con sistemas de contramedidas y guerra electrónica, de diseño y fabricación española, y un sistema acústico antitorpedos.
Tiene lanzadores de misiles Harpoon; lanzadores de torpedos; un cañón con 23 km de alcance; y un lanzador vertical; es capaz de emitir señuelos para confundir a los mísiles enemigos, y cuenta en su dotación con un helicóptero Seahawk, preparado para la lucha antisubmarina y antisuperficie.
¿No es para estar orgulloso? ¿quién no querría tener en su Armada un buque como este? De hecho se ha contratado por Australia la construcción de tres unidades y otras cinco para Noruega. Las Fuerzas Armadas españolas se constituyen en motor de la investigación y el desarrollo generando riqueza y buen número de puestos de trabajo.


Sin embargo, si de algo se siente orgulloso el Comandante es del personaje que da nombre a su buque:

Blas de Lezo "El medio hombre"

Este guipuzcoano de Pasajes nació en 1689, con 12 años se enroló en la marina comenzando así su carrera militar.

Con 15 años llegó su primera batalla naval. Una bala de cañón obligó a amputarle la pierna izquierda sin anestesia, su comportamiento ejemplar le condujo a ser nombrado alférez.

Tras este suceso el español se verá inmerso en la batalla del sitio de Tolón donde una esquirla de cañón le hizo perder su ojo izquierdo y en el 1714 en Barcelona una bala le provocó la pérdida de su brazo derecho. Pese a estos infortunios se convirtió en uno de los mejores marinos españoles.

Se le encomedó la tarea de limpiar de corsarios el Caribe, tras llevarla a cabo alcanzó la graduación de general de Marina y recibió el encargo de cobrar a los genoveses dos millones de pesos pertenecientes a la corona española. No sólo los cobró si no que obligó a los italianos rendir homenaje a la bandera española bajo la amenaza de cañonearlos desde sus barcos.
Reconquisto Orán en 1732 y hundió el barco del berberisco Bay Hassan.

Con 48 años fue nombrado Comandante General de Cartagena de Indias (Colombia) y dos años más tarde comenzarían las batallas contra los ingleses que intentaban arrebatar las posesiones en América.

Los ingleses con 168 barcos, 10.000 tropas de asalto, 12.800 marineros, 1.000 macheteros jamaicanos y 2.620 piezas de artillería (una flota mucho mayor que la de la Armada Invencible de 1588) se enfrentaron a 2.230 soldados españoles apoyados por 600 arqueros indios durante 67 días y perdieron teniendo que retirarse a Inglaterra y tras tremenda humillación el rey Jorge II prohibió que se escribiese nada al respecto para que no tuviera repercusión histórica.

Poco después Blas de Lezo murió en un penoso olvido (algo habitual en España). Actualmente se desconoce donde yacen sus restos.



En el 2005 los ingleses celebraron por todo lo alto el 200 aniversario de la victoria sobre la flota franco-española en Trafalgar, invitaron a las armadas de todo el mundo.

España envió la fragata “Blas de Lezo” a Portsmouth para la conmemoración de dicho evento. ¿La fragata que mandamos fue elegida al azar?


¡Evidentemente NO!, mas bien fue una bofetada elegante de recordatorio, desapercibida por la opinión pública española directamente al corazón del honor ingles.