Como siempre suele suceder, al final todo se ha solucionado en el último minuto. La secuencia de hechos más relevantes de las últimas horas ha sido la siguiente:
El paciente se recupera satisfactoriamente de su herida y las autoridades francesas muestran su interés para que sea sacado del país. Se comunica oficialmente al interesado, intérprete somalí de por medio, que la justicia española no ha presentado cargos contra él y queda en libertad pendiente del alta médica. La “Operación Atalanta” gestiona, en base al acuerdo que la Unión Europea tiene firmado con Kenia, el traslado del ciudadano somalí a dicho país. Se solicitan los permisos de sobrevuelo necesarios para preparar su traslado a Kenia en el P-3. El avión sufre pequeños contratiempos mecánicos que ponen en riesgo el traslado. Las autoridades keniatas presentan algunos inconvenientes al sobrevuelo. El Ministerio de Asuntos exteriores trabaja desde la embajada en Nairobi. Se coordina con el enlace de “Atalanta” en Mombasa la entrega en las mismas condiciones que sus compañeros. Los de mantenimiento consiguen solventar, una vez más, los problemas del avión. Numerosos cortes de luz locales dificultan las comunicaciones en nuestro Centro de Apoyo, los teléfonos y los correos electrónicos no responden. Estamos pendientes del OK del más alto nivel político militar desde Madrid. Se prepara el equipo de acompañantes en el vuelo. El Jefe de la Operación Atalanta dicta las órdenes oportunas para el traslado. Se recibe la autorización de Madrid. El cónsul de Nairobi comunica la autorización de sobrevuelo. Se obtiene el alta médica y la escolta del ciudadano somalí hasta el aeropuerto.
Afortunadamente, el sujeto, prácticamente recuperado, no presenta ninguna resistencia. Embarque y despegue. Cinco minutos después, el embajador llama anunciando que no existe sobrevuelo keniata. Se le informa de que se gestionó en el último minuto por parte del Cónsul (quien se encuentra camino de Nairobi a Mombasa). Falsa alarma, todo está en regla. El avión toma sin novedad en Mombasa y el sujeto es entregado, con el intercambio de documentación preceptiva.
¡Buff! Finalmente hemos sacado la muela. Ya no duele, ahora podemos volver a centrarnos en cumplir nuestro objetivo, que no es capturar piratas, sino impedir que éstos cometan sus fechorías en aguas del Golfo de Adén y del mar Índico.Afortunadamente, el sujeto, prácticamente recuperado, no presenta ninguna resistencia. Embarque y despegue. Cinco minutos después, el embajador llama anunciando que no existe sobrevuelo keniata. Se le informa de que se gestionó en el último minuto por parte del Cónsul (quien se encuentra camino de Nairobi a Mombasa). Falsa alarma, todo está en regla. El avión toma sin novedad en Mombasa y el sujeto es entregado, con el intercambio de documentación preceptiva.
(El de la foto es uno de sus trece compañeros en el momento de ser apresado por nuestros compañeros del Marqués)
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