viernes, 29 de mayo de 2009

Atta Hassan Mohamed

Se trata de un joven de veintinueve años. Yibutí de nacimiento, de familia muy humilde, muy espabilado.

Es un chaval bajito, dicharachero, su inglés es mediocre, lo suficiente para hacerse entender. Es despierto, tiene una frente prominente que termina con grandes entradas, tez oscura-clara y aspecto más etíope que Yibutí.

La primera vez que le vi, me dio sensación de ser un poco desastre, siempre lleva camisas de rayas de manga larga, de talla grande, puños arremangados, no usa nunca corbata.

Cuando tenía catorce años, debido a sus excelentes calificaciones escolares recibió una beca del gobierno de D´jibouti para ir a estudiar a Argelia. Ayudado económicamente por el gobierno argelino durante seis años, completó allí su formación superior, se casó con una chica árabe argelina y regresó a D´Jibouti. Su mujer se quedó a vivir en Argel mientras que Atta finalizaba sus estudios universitarios en su ciudad natal, esta vez becado por las autoridades francesas.

Aquí conoció a su novia, diez años menor que él, de madre Yibutí y padre francés… que en la actualidad está estudiando en la Sorbona.

Una vez finalizada su formación, Atta firmó un contrato indefinido en el Hotel Kempinski para trabajar como “Credit Supervisor” en el departamento de finanzas. Trabaja de ocho de la mañana a ocho de la tarde. El sistema informático que utiliza es muy farragoso. Atta pelea con grandes números, pero a veces parece que el objetivo del hotel no es ganar dinero, sino más bien blanquearlo.

Sus expectativas profesionales pasan por promocionarse y llegar a ser el Jefe de finanzas de dicho hotel. Lo conseguirá, algún día.

En el plano personal, Atta se encuentra con su actual mujer esporádicamente, aquí o en Argelia, pero su ilusión es casarse con su novia medio francesa. Su futura suegra se la prometió, y éste espera impaciente el inminente momento de su regreso para convertirla en su segunda mujer. Además su suegra le va a regalar una casa donde puedan convivir los recién casados y fundar una familia. Atta dice que para él será una tremenda responsabilidad y le va a costar mucho dinero tener que cuidar de su mujer el resto de su vida.

- “¿ Y como te las arreglarás cuando venga a verte tu primera mujer, la argelina?” , le pregunto con curiosidad.



- “Tendré que trabajar el doble, para que ambas se sientan satisfechas y orgullosas de su marido” me contesta con naturalidad.

¡ Anda que... como se entere Bibiana!

1 comentario:

  1. GABI:mejor que no se entere, jaja ; para que veas que sigo esto asiduamente. un beso

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