miércoles, 4 de marzo de 2009

Los primeros preparativos

Los uniformes

He estado en el CLOIN. Una palabra define a dicho Centro: ¡FUNCIONA!

Con increíble rapidez, amabilidad y eficacia los chicos de Tomás me han proporcionado todo lo necesario para pasar mis “vacaciones africanas”. El material es de primera calidad, se nota que mis amigos del laboratorio, con Esther a la cabeza, hacen bien su trabajo. No falta detalle, saco, esterilla, mochila, gafas, mosquitera, cantimplora…

…todo perfecto, bueno, ¡todo no! Los "gayumbos" son realmente espantosos. ¿Es que nadie por allí se ha dado cuenta todavía que ese tipo de calzoncillos eran los que usaba mi abuelo en tiempos del régimen?, ¿existe algo tan anti-lujuria?, por cierto ¿cuál es la utilidad de la portañuela?

Salvando ese pequeño detalle, tanto por la dotación (excesiva en todo caso), como por la calidad de los materiales y por supuesto por el trato en el servicio: ¡Mi más sincera enhorabuena al CLOIN por el trabajo realizado!

Modelo de combate
¿no sería mejor algo así?


Las vacunas

El hospital es un monstruo inmenso, laberíntico y enigmático. Te sientes muy pequeño cuando te pierdes por sus pasillos. Menos mal que las chicas de "rayos" con su sonrisa característica humanizan el paisaje.
Antonio, el comandante de medicina preventiva del Gómez Ulla es un médico a la antigua usanza. Rostro amable, trato personalizado, voz cálida, trabajo metódico. Transmite confianza. No para de ofrecer consejos sanitarios en lugares alejados, a veces me recordaba el tono de mi madre: ten cuidado con la fruta pelada, lávate los dientes con agua mineral, cuidado con lo que comes y con lo que bebes, llámame si me necesitas… de verdad, ¡un encanto!

Parece que tendré que ingerir una gran cantidad de píldoras anti-palúdicas. Me he llevado un montón de cajitas.
Me voy del Hospital. Una miradita al edificio antiguo antes de coger el metro de Carabanchel y seguramente los consejos de Antonio me traen a la mente un pensamiento: “hace más de 45 años, mi madre estaba de parto en este hospital”
¡cuánto le echo de menos!

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